sábado, 29 de noviembre de 2008

El Libro de Arena ...

A veces comparo mi vida con el cuento de Borges, es decir, siempre que lo abro encuentras una página distinta, nunca la primera, nunca la del medio, nunca la última, el número de las páginas puede ser infinito o finito... acaso, ¿quién lo sabe?.

Y tiene relación con el puzzle que jamás pude armar, ya que me colgué con Gustavo tomando unos mates y cuando éste se fue, decidí olvidarlo en mi armario, de esta forma taparía mi frustración y quedaría olvidado el fracaso.

Y esa noche, la almohada me empezó a contar episodios de mi vida.

Pero, ¿quienes somos para imponer la realidad?. Después de todo, uno nunca sabe cuando el “ángel de la buena fortuna” podría aparecer en una página del libro de tu vida y poner un milagro en el camino.

Con este silencio que esconde demasiadas cosas que decir, aún espero en la vigilia mejores vientos.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Cruel (bitácora de éste momento)...

Cruel es, fue y será la vida, siempre arremete sin piedad.
Y ya que Dios no aceptó mi renuncia, y luego de un cachudo partido de truco, logré que por lo menos me cambie de sector, y así me mandó al mundo de las carreras. Con el tiempo te acostumbras a dormir con lo puesto, cuando te preguntan, tirás la moneda y respondés a veces te sale bien… otras… dejemos lo ahí. Si nunca hubo, ¿por qué va a sobrar ahora, no?. Te acostumbras a que te digan:

-Pibe es lo que hay!.

Y medio hastiado y sentado en el banquito, miraba como pasan los domingos.
Empecé a buscar auspiciantes, pero sólo matate.com me contesto el pedido.
Calenté el alma, aceite los huesos, saqué el punto muerto a mi corazón, y le propuse a la vida jugar una carrera. El vencedor, elegía que es lo que sucedería. La cita, fue para el domingo a la mañana.
La ciudad estaba vacías, tristes y sin ruidos esa mañana. Como jueces de la carrera estaban la nostalgia, el creador de matate.com, la muerte y Dios (que lo vi bastante despreocupado y leyendo Clarín). La vida también estaba bastante tranquila, a decir verdad ni siquiera la ví calentar motores…
Para que les voy a contar el resultado, los jueces reconocieron que fue bien chivuda la carrera y que tuve muchas chances de ganar… pero aparecían factores extraños (diferenciales de presión, vientos en proa, obstáculos impensados, dolores, calambres, caídas, tropezones, victorias por momentos, etc.), pese a mi reclamo el jurado fue rotundo con su veredicto (hasta mi auspiciante hizo caso omiso a mis reclamos).

¿A qué no saben quién ganó de nuevo?.

La vida como ganadora eligió que nada cambie en mi “vida” (quizás pensó que me hacía un favor).
Cabizbajo (otra vez) y con el peso de seguir siendo un perdedor, comencé mi regreso a casa.
Así fue que me quedé sin monedas y me tuve que bajar en Liniers, aproveché que era mediodía y que tenía que cambiar plata y me fui a comer un pancho. Justo pasaba la tristeza y se pidió uno conmigo también, ambos apuramos el pancho para no vernos más, pero los pedimos sin aderezo y sin gaseosa (ustedes saben como ayuda eso en el factor tiempo), y tuvimos que compartir un par de lágrimas.
Y juntando las monedas que me tiró el destino, debuté nuevamente en la vida, esta vez trabajando para matate.com.

¿A qué no saben quién perdió de nuevo?.

Cruel es, fue y será la vida, siempre arremete sin piedad.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Pelotudeces de un sábado…

La verdad no quiero que éste blog se convierta en una suerte de diario personal, pero a veces las circunstancias conspiran para que parte de ello suceda y es un poco inevitable a veces, ya que uno es un poco humano aún, pese a todo. La cuestión es que decidí completar lo que octubre no me dejó y créanme para mi es hermoso compartir los cambios que uno decide hacer, por pequeño que sea, y así fue como comuniqué en su momento que había dejado de fumar, y ya sabéis, era algo que disfrutaba muchísimo, era un lujo y un placer increíble el fumar, ni que hablar en épocas de parciales, también era un excelente aliado y amigo con aquellas copas de vino. Lo segundo que comuniqué fue mi decisión de empezar el gimnasio, al perecer todo esto ha de ser gracioso para aquellos amigos de una vez a la semana o hasta para parte de la familia, jueces de lo inédito, abogados de lo increíble.

Como también estoy bastante cansado de esa persona que solamente se la pasa demostrando “quién es”, “que hace” y emitiendo juicios de valores con comparaciones inusitadas.

En fin, odio a los que publican su vida en Internet, asíque mejor termino aquí lo que en vano comencé.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Me muero por vos…

Me muero por encumbrar sus besos,
y hoy ando acostumbrado de verla así,
sola y empuñando su belleza.
Cada día que te miro,
me enamoro más y sin razón,
me enamoro de tu boca, de tus ojos,
y de tus palabras tan llenas de razón.

Mi amor tiene las lágrimas prohibidas,
los párpados caídos y muchos olvidos
en los bolsillos que allí puso el destino.
Quiero sentirte... besarte y quererte
¡Que bonito sería!,
algún día abrazarte,
sólo por eso es que aún despierto
en estos tormentosos días.

Me siento seguro de quererte,
me muero por tenerte en mis ojos,
me muero por ser la persona que quieras abrazar,
y sueños que alguna noches te podré acariciar.

Es que hace mucho que nadie pasa por acá,
al fin de cuenta los dos somos causas perdidas,
navegando en el río traicionero y sin orillas
de los besos que perdimos en combate.
Mi amor se sube rápido a la cabeza,
es sin lugar a dudas una mala bebida,
es que nunca me había sentido así,
con este invierno en los labios.
Mi amor se come los amagues de tu mirada,
descontrola mi cuerpo, marea mi andar.

No he de negarlo hace tiempo que nadie
pasa por mis labios, bebé,
¿tenés ganas de volver a estrenarlos?.
Te pido, no te enojes si beso así,
mi amor trata de trabajar todos los días
para que el pasado ya nunca venga,
quiero que vengas y no golpees al entrar.
¿Querrás que te bese un rato?.

Hoy la memoria es
donde uno no debiera pescar…
Perdido sin vos,
a veces lloro en la penumbra
de la noche fiel que me acoge.
no quiero salir a matar a los duendes de la noche...
quiero que sepas que alguien te quiere.
¿Qué hago sin vos, si me muero de amor?,
¿Qué hago sin vos?,
me muero por vos...
por respirar el aroma de tu pelo.
¿Quien calmara mi dolor?.
dame un beso para ver si resucito.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Lleno de dudas y de torpezas...

Hace poco me ofrecieron una semana de spa en ese hospital de los muñecos mal heridos, pero Pinocho me mandó una carta diciendo que ni se me ocurra aparecer. Y la vida continuó, lo más importante para mí ahora, es andar con una sonrisa a cuesta, aunque a veces cueste. Mi memoria a veces desentierra historias que es mejor no contar, éste calor no ayuda para nada a la hora de querer dormir y abanico los días calurosos en la eterna búsqueda de alguna compañía que al menos me diga, loco, te re entiendo, duele crecer!.
Somos como ballenas arponeadas que perdimos mucha sangre en este mar llamado “vida”.
Y es una cagada, pero se fue el invierno, por suerte éste no fue cruel ni triste, bastante piadoso fue, diría yo, salvo a la noche, donde los recuerdos salieron un par de veces a buscar pelea, pero el vino amansador, nos hizo ser grandes amigos, por ahora (esperemos así continúe). Invierno lerdo de cara cabizbaja (como ya viene siendo desde hace rato), de botellas (de vino) con deseos tiradas al mar.
Calculo que siempre seré un tipo que haga canciones, tal vez no las cante, por que no me de la voz, tal vez sean canciones para pibes de 14 años… tal vez pase al primer grado y abandone el jardín de infante de las canciones. Pero nunca voy a ser como aquellos que necesitan
rápidamente de un argumento para poder inventar el sentido de lo que ven.
No quiero seguir derrapando en el barro, no quiero charlas berretas, mesas de mierda, amigos de una vez a la semana y canciones de Chopin. Tampoco quiero seguir navegando en barco prestado. A decir verdad ya estoy cansado de esperar que un milagro muerda el anzuelo.
No soy más que un naufragado, que no quiere pensar en lo que lo hizo naufragar. Pero también reconozco que nadie adopta a un naufrago. Y pienso, que buena puntería tenés hermosa! (y sin saberlo), este boludo dice, baleado (diste en el corazón). El tiempo sigue jugando al verdugo y mi cabeza cuelga…
Hay una batalla por toda la ciudad, y como en el ajedrez muevo mis piezas lo mejor posible, pero a que no saben quien perdió de nuevo?. No me extrañes ni me pienses por la espalda te lo pido por favor, si sentís algo, decímelo.
Y ya no piden pista los rencores, hace rato despegaron de acá. Sin mucho esmero sigo moviendo fichas en esta batalla. Y así otra vuelta de cerveza en el bar, y tu nombre apareció condensado en el vaso, trato de ignorarlo, por temor a que se destiña mi corazón.
Pero por otro lado, tampoco el mundo hace las cosas bien. Me despierto con mi típico mal humor porteño, sin disimulo y con besos bien guardados avanzo en la cumbre que llamo “día”.
Aunque hoy estoy más suave que la caricia de una lija, y los pensamientos me vienen más rápido de lo que me permite escribir mi cabeza, les cuento que es re loco ver crecer a alguien y poder compartirlo, lástima que a mi nadie me felicitó jamás al verme crecer. Sigo desvelándome como ya es una costumbre y como viene pasando desde hace un tiempo con una botella de compañera, y así nació ésta asociación libre de ideas que por primera vez y de mambo realizo.
Y así están las cosas mi viejo, todo es una desgracia, pero va a estar peor, de eso podés estar tranquilo, y sigo esquivando espejos, para no verme, pero a la mañana se torna difícil.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Rutinaria caminata…

La caminata por la calle Montevideo está generalmente cargada de rutina, no he de negarlo, tampoco voy a repetirle como es el itinerario, pero a veces en ese corto trayecto hacia la facultad pasan cosas que hacen que por lo menos valga la pena hacerlo, y hoy mientras iba caminando me dí cuenta de algunas de esas cosas.
A pesar de sus veredas angostas y del caos de transito que es una costumbre en el embravecido centro porteño, la panadería de Montevideo y Bartolomé Mitre siempre ofrece una postal perfecta de lo que son las delicias. El toldo del restauran de Tte. Gral. Juan D Perón siempre entorpece el transitar de aquellos que miden más de 1,60m.
Cruzando dicha calle y haciendo 10 metros la enorme bodega deleita la vista de los transeúntes con las más finas variedades de vinos y whiskys, aunque uno se desesperanza un poco al ver los precios. A 20 metros de llegar a la calle Sarmiento la pescadería “Colucci”, larga aromas difíciles de explicar, justamente hoy la rutina fue distinta, había una chica promocionando las comidas que allí hacen… una dulce y encantadora voz me dijo:

-¿Querés degustar?.

Fue muy difícil decirle que no a tanta hermosura con una bandeja de langostinos que además estaban buenísimos!!!.
Cruzando Sarmiento, la típica esquina con restaurantes, bares y confiterías que dan un “aire” a tanto cemento, metros más adelante el kiosco de diarios que siempre tiene las revistas colgando y me obliga a agachar la cabeza siempre que por allí paso. Luego llega el inevitable semáforo de la avenida Corrientes y la aún clásica mirada al obelisco y el pandemónium (es increíble que aún me fascine viendo al obelisco), la cuadra que me lleva a la calle Lavalle no tiene nada especial, a veces hay un par de chicas del colegio secundario, pero ninguna me llama la atención pese a algunas cosas que gritan cada tanto.
Una vez cruzada la calle Lavalle esta el Bar “Meetin Place”, ya es una rutina mirar a su interior, e intercambiar una sonrisa con la mesera de aquel lugar, algún día le voy a decir hola para romper con ese ritual…
Por último la calle Montevideo con sus ruidos, su tránsito y su sol de frente que siempre quema y molesta…
En fin, no se por que escribí esto, quizás sea para pensar que siempre anhelo una rutina diferente… quizás para convencerme de seguir haciendo el mismo recorrido, quizás sólo para desahogar un poco el hastío que me genera hacer siempre ese trayecto, quizás para que haya mas degustaciones y así romper con la rutinaria caminata. Quién sabe…

Tal vez la próxima semana, haga el mismo trayecto, pero de la mano de enfrente. Quién sabe…

sábado, 8 de noviembre de 2008

Puzzle…

Le juro, intente de todo, pero nunca pude encontrarla…
Todo comenzó cuando empecé a armar ese ridículo y gigantesco rompecabezas. Sin dudas un gran desafío, costoso en tiempo y en neuronas, pero con la esperanzas de que a largo plazo quedaría resuelto y me enseñaría una imagen desconocida hasta entonces.
Químicamente puro o al menos eso parecía yo en ese momento, hasta que llegó Gustavo y me pregunto:

-¿Qué estás haciendo pelotudo?.

Tan metido estaba en esa ardua tarea que no le dije ni hola, atónito se fue a la cocina a poner la pava para el mate. Me lo contó él mismo mucho tiempo después eso.
De esta manera comenzó la historia de “El libro de arena”.

Pero esa ya se las voy a contar mas adelante…

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Crímenes…

Tenemos que encontrar la manera de reconstruir la escena del crimen. Sentenció el Principal de la PFA al ver ese cuerpo tendido ahí. La certeza que tenemos (hasta que llegue el SAME, aclaró) es que quedó bien fiambre el pobre, asíque, Ayudante, tome nota de lo que va encontrando y avíseme si encuentra algo llamativo. Si señor, dijo el ayudante, y de inmediato comenzó a revisar esa habitación.

Siempre hace todo mal, todo al revés, seguro quiso hacerlo así esta vez, irrumpió en la habitación una persona de tez trigueña pelo largo y con una barba de tres días por lo menos.

-¿Quién es usted?. ¿Cómo lo dejaron pasar?, preguntó el Principal.

-Inspector Álvarez, dijo aquella persona, y continuó, yo lo conocía, era amigo mío. Justo estaba cerca cuando escuché por el handy la dirección y me apersoné, espero no le moleste Principal.

-No hay ningún problema Inspector, me presento, soy el Principal Duino y usted me serviría de mucho en esta investigación, dijo mientras le estrechaba la mano.

-Tengo varias teorías en mi cabeza... Obvio que ninguna tiene un buen sustento argumentativo, a decir verdad a veces ni él lo tenía, dijo Álvarez. Siempre me pereció que él mismo complicaba su existencia y más de un bochorno lo he visto pasar. Dependiendo de quien lo vea era bueno o malo, nunca se cayó nada lamentablemente, así más de una vez demostró cuan imbécil era, aunque estoy seguro de que algo callaba. Últimamente estaba muy ilusionado, pero como que lo empecé a notar cada vez peor, ¿comprende Principal?.

-Comprendo, ¿estaban peleados ustedes?, interrogó Duino.

-Para nada, pero tampoco nos estuvimos viendo mucho, él estaba muy ocupado con sus cosas y ponía esmero en esa chica….

-¿Qué chica?, ¿tenía novia?.

En ese momento, interrumpió el ayudante. Mi Principal, mire lo que encontré, y enseñaba sus manos una rosa blanca y una pequeña epístola.

-Léala, profirió Álvarez con un tono un poco intempestivo.

-Mi niña, me estoy cansando de coser heridas… eso dice solamente, agregó el ayudante.

La ilación de sucesos se volvió confusa en ese momento.

-Alguna vez alguien me contó que solía mirar las estrellas y que esperaba a “esa persona” que no dejaba conocerse. Dijo murmurando Álvarez…. Pero… (titubeo) ¿Cómo era que se llamaba?....

-Roberta!!!!, yo me acuerdo que una vez lo jodí, era loco que un Roberto salga con una Roberta.

-¿Tiene usted algún dato de esta tal Roberta?, preguntó Duino, interesado.

-Por supuesto, ya le paso su dirección, pero entiéndame Principal, no va a poder hacer nada ni usted ni la justicia por éste caso, es más me animaría a decir que es una causa perdida.

-¿Qué dice?, preguntó Duino anonadado y dubitativo.

-Pues claro Principal, es muy simple, nadie jamás fue preso por matar las ilusiones que se hace un pobre boludo, déjelo así, eso que está viendo es un muerto en vida, cuando se le pase la resaca, volverá a vivir y mañana la historia se va a volver a repetir, se lo aseguro, al menos que de una vez se decida a hacer lo que debe hacer (esperemos se anime y sea pronto), y sino no queda más que pedir que pueda olvidarla y que navegue así en los mares del olvido.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Encuentro nocturno

Esta noche hice todo los preparativos, llegué lo más rápido posible a de la facu, comí como pude (y mal), fumé ese cigarrillo de rigor y ya estaba listo, sólo era cuestión de esperarte.
Pasó el tiempo, anonadado miraba el monitor esperando que llegues. Pensé, si la espera es larga, lo mejor es perfeccionarla. Así fue como descorché un Shiraz-Bonarda y escuchando a “Darsham”, seguí esperando…
Larga se hizo esa espera, y nunca llegaste… nunca te ví, lejos estuve de presentirte al menos. Como consecuencia, me lleve a dormir a una botella a medio tomar, un par de bostezos, esto que escribí y las ganas locas de que hubieras aparecido.
No todos los días la inspiración llega, por más que uno la espere… tal vez mañana o pasado venga a acompañarme en la noche. Mientras en la ciudad todo es grís y los taxistas se cansan de bostezar, yo me voy a soñar un rato.

Hasta mañana (quizás)…