Eres libre de crear y
venerar el pasado que elijas,
para así proteger y
transformar tu presente.
Richard Bach.
Agus, voy a dormir un
rato
entre sueños y sonetos,
con los párpados ya
cansados
de leer nuevos cuentos.
Me voy aferrar a tu
recuerdo,
como si fuera tu cintura,
poniendo rumbo a tu
encuentro
puerto seguro esta noche
que me abrigo del deseo y
la locura.
Agustina dijo adiós
aquella madrugada,
enfrentado al corazón
aseguró que no le
gustaba.
Yo la abrazo a lo lejos,
ella se despide sin
palabras,
yo tiré el ancla a la
imaginación
y ella cerró su persiana.
Agustina lleva en su
mirada
infinidad de fotos
imaginarias,
ilumina mil retinas
con cada una de sus
palabras.
Ella se la juega el todo
por el nada,
carga el peso en sus
labios
del silencio de mil frases,
que tienen un
destinatario.
Lleva atado a su corazón
un sentimiento indecible,
sin pretensiones de obras cumbres,
mientras escribe en un
borrador,
sus ojos describen el
firmamento
con cada sonrisa esbozada.
Y la abrazo como barco al
puerto,
naufragando en su olvido,
aunque duela el corazón,
quisiera ser a quien ella
ama.
Agustina duerme, es muy
tarde de madrugada,
acá hace frío esta noche
y yo sueño que me ama.