viernes, 18 de julio de 2008

Esperando en la trinchera…

El viento era insoportable… entendió el por que de la sensación térmica… no era una fiesta en donde se encontraba!, la inseguridad era total, los días pasaban y el no hacer nada mas que cuidar una posición ya se le tornaba monótono, más esperaba nunca tener que defender ese punto que le fue asignado.
Todo era tan frío... escalas de grises inhumaban los días... y las noches... no había noches... el miedo no los dejaba dormir... y el frío, ese frío, molía sus huesos, junto con sus pensamientos de anhelo por volver y melancolía que siempre está presta en esas situaciones.Apretados y todo, no podían enfrentar tamaño frío, pero las horas pasaban, los días se hacían eternos y él siempre quería volver a casa… estar con su madre, pelear con su padre y su hermano, ver a su abuela, estar con los tíos.
Él no se sentía el mejor, él no sabia hasta que punto estaba entrenado para la situación, solo conocía el amor y el juramento a su bandera, quizás eso le daba el valor suficiente para estar allí. Pensaba que mientras en Buenos Aires muchos estarían bailando y sin saber lo que allí sucedía… despreocupados de la realidad… de la soberanía, y de que él estaría defendiéndolos.
Cuanto me gustaría estar ahí (pensaba), despreocupado de lo que pasaba tan lejos. Y se la pasaba puteando al hijo de re mil putas del teniente que siempre aparecía con una orden nueva.
Un compañero le ofreció un cigarro y él que no fumaba lo aceptó… sin saber por que sintió la necesidad!.

De repente el cielo se obscureció, los relámpagos peleaban por ver quien era más luminoso y la lluvia cayó!, como la gran puta, la lluvia cayó, inundando la trinchera.

-Alvarez sacá el agua de ahí.

-Gutiérrez, vamos a sacar los cascos para aprovechar el agua!.

Mientras hacían lo posible, puteaban al puto UH-1H que jamás llegó con el agua y la comida que les habían dicho, y el teniente que se fue a la ciudad capital. De todas maneras, lo que más preocupaba era que Pesce volviera de Pto. Argentino con algo de comida y bebidas.
El amanecer lo descubre al lado de dos ovejas!, comida pensó, y no dudó en darle un culatazo con su FAL a una en la cabeza… la oveja lo resistió y se fue corriendo, mientras Duino disparó dos tiros mortales…. Minutos después llegó Pesce…

-Miren lo que traje!!!, dijo Pesce, mostrando una botella de Whisky y dos atados de cigarrillos.

-Sos un pelotudo, dijo Alvarez. ¿Qué mierda vamos a comer?.

-Comemos las ovejas esas!, dijeron Duino y Gutiérrez al unísono.

La desesperación lleva a que uno aprenda a carnear un bovino por intuición. El fuego ya era una ciencia harto sabida… aunque hacerlo bajo la lluvia se complicaba muchas veces, pero como que con el tiempo se aprendía.
Las noches pasaban, la lluvia a veces cesaba y se estiraba como se podía la comida y los cigarrillos… una mañana, el teniente llegó.

-Tagarnas!, prepárense!. En la capital me dijeron que el enemigo avanza hacia aquí!. Asíque su país quiere ver de que están hechos carajo!. Lamentablemente tengo que ir a arreglar unas cosas a Pto. Argentino, por eso voy a dejar a cargo a Alvarez de la posición. Sentenció…
Sin más se subió a un jeep y se alejó.
Esa noche se escucharon disparos…

-A sus posiciones!, gritó Alvarez.

El momento que nadie esperaba, para el cual no estaban preparados…


No soy un narrador ni un guionista, no. Siempre me resultó forzado. En todo caso podría ser un facilitador de historias. Historias que ni siquiera yo conozco hasta que están escritas, o hasta que dejan su estela en ti, por ejemplo. Al fin y al cabo... ¿quién escribe los sueños?.

Volveremos…