jueves, 25 de junio de 2020

Agustina...


Eres libre de crear y venerar el pasado que elijas,
para así proteger y transformar tu presente.
Richard Bach.

Agus, voy a dormir un rato
entre sueños y sonetos,
con los párpados ya cansados
de leer nuevos cuentos.
Me voy aferrar a tu recuerdo,
como si fuera tu cintura,
poniendo rumbo a tu encuentro
puerto seguro esta noche
que me abrigo del deseo y la locura.

Agustina dijo adiós aquella madrugada,
enfrentado al corazón
aseguró que no le gustaba.
Yo la abrazo a lo lejos,
ella se despide sin palabras,
yo tiré el ancla a la imaginación
y ella cerró su persiana.

Agustina lleva en su mirada
infinidad de fotos imaginarias,
ilumina mil retinas
con cada una de sus palabras.
Ella se la juega el todo por el nada,
carga el peso en sus labios
del silencio de mil frases,
que tienen un destinatario.
Lleva atado a su corazón
un sentimiento indecible,
sin pretensiones de obras cumbres,
mientras escribe en un borrador,
sus ojos describen el firmamento
con cada sonrisa esbozada.

Y la abrazo como barco al puerto,
naufragando en su olvido,
aunque duela el corazón,
quisiera ser a quien ella ama.
Agustina duerme, es muy tarde de madrugada,
acá hace frío esta noche
y yo sueño que me ama.