Mierda que esta noche hace frío, de todas formas la estufa no encenderé… no aún, será que quiero regular recursos energéticos, será que quiero cumplir con mi eterno juego del masoquista, será que no quiero???.
Ahí llegó mi perra y se acostó en mi cama, fiel como hace cada noche de frío, quizás sea su aporte para que no tenga fría la cama en mis pies al acostarme, realmente no lo sé.
Y la luna que comenzó a menguarse, avisándome de esa forma que se termina su visita… un pensamiento. Una puteada. Un cigarrillo más…
Busco una solución en la computadora, pero mi solución aparece off, intento, invento, improviso y nada…
No hay una solución a la vista, pienso, entre temblores y un poco de frío, recordé la baja temperatura, miré mi cama y no había nadie con quien compartirla.
Duele.
Otro día más, otro día menos, y así será…