Removiendo algunos escombros
remanentes del pasado,
curioseando entre muchos recuerdos,
hallé algunas utopías de amor,
viejas canciones y escritos.
Encontré reboques y ladrillos,
cartas que jamás entregué,
cenizas que nunca encenderán,
algunos viejos y ridículos rencores,
ruinas plagadas de desilusión,
recuerdos de besos y vértigos.
Algunos recuerdos aún son llagas,
una suerte de invitación
inútil a que no haga nada.
Tierras baldías, pisadas sin huellas,
todas se encuentran en mi interior
en un arroyito con pobre afluente
que se llama corazón.