lunes, 16 de febrero de 2009

Caudales inspirativos…

Rumiando mis dudas existenciales intento sumar materias rendidas en mi camino a la graduación como poeta, escritor, cantautor pícaro y persona entradora, aunque a veces dejo colgadas unas cuantas materias para no aburrirme (¿?). En eso estoy trabajando, ahora que las FF.AA, los muchachos de SUMO, la convertibilidad, el Folklore y hasta el rock son material de archivo en los anaqueles de la vida que la suerte me convidó vivir.
Todo esto salió una noche de charla y Fernet con Coca Cola con mi amiga Ailen, navegando en medio de un río de recuerdos con rápidos, rocas y allá a lo lejos una cascada bastante alta y peligrosa (la de los recuerdos). Paisajes, vivencias, olores, todo venían a nuestras mentes de sólo recordar, la heladería, la playita de Vicente López, los mambos en la vereda, los habanos, los cigarrillos, el vino, el mar, la costa, las vacaciones y aquel año 2007; ahí nos pusimos los pantalones largos y comenzamos a vivir de verdad, por separado en la totalidad de los casos, aprendiendo en muchos otros casos, digiriendo rencores viejos, apagando incendios, recogiendo cenizas, derogando viejos camelos, haciendo avalanchas de madurez, y sobre todo logrando recortes de expectativas, eso sí que lo aprendimos bien todos.
Y así llegamos a hoy, en esta suerte de “after hours” pobre, pero pionero, pionero por que es el comienzo haragán de la vida que estamos dispuestos a afrontar, con algún que otro esmero en la batalla que falta afrontar, tal vez la más larga y difícil de todas las que nos tocó hasta ahora.
Ya me quedan pocos héroes en esta guerra, ya no encuentro más a mi vergüenza in fraganti, cada vez estoy menos prejuicioso, cada vez me avergüenzo menos de mi mismo y por suerte la gente resultó mucho más sabia que mis prejuicios y en algunos casos me aceptó y en otros, simplemente siguió de largo, sin mosquearse, lo cual es perfectamente válido.
Hace días que no me ponía a escribir y lo raro es que me salieron bastantes cosas “lindas” en una sola tarde, pero en realidad desconfío un poco de los caudales enormes de inspiración, será por que yo no los tengo…