Fuiste dueña sin saberlo,
fuiste pista en este asesinato.
Fuiste firma y fuiste sello
de mi vida aún sin tus besos.
Fuiste torre de Babel de mi alma,
que vos construiste con tu perfume y dulzor,
tardó tan sólo unas lágrimas en derrumbarse
para ahogarme en el asfixiante dolor.
Fuiste reina sin creerlo,
fuiste hada de mi cuento.
Fuiste risas, anécdotas y melodía,
fuiste vida... en mis negros días.
Fue justo, eras mucho para mí,
nunca merecí más que obscuros veranos,
y acá los tengo, fríos y eternos mis días,
lejos está aquel juramento de flores y color,
que anhelaba con cada dulce mirada.
Corriendo por el torrente de mis venas en cada recuerdo,
inalcanzable en cada deseo.
Fuiste motor de muchos de mis días,
fuiste esperanza un mes octubre.
Fuiste sorpresa develada,
fuiste faro guiando mis eternas noches.
Más que "fuiste" es lo que sos
y acá te espero ya sin mucho aliento.
Acá está ese ser que supiste conquistar,
acá estoy latiendo... entre tantos sentimientos.
¡No es el fin del mundo!, dice la gente que sabe,
más sí lo es del mío.
Dejé mis sentimientos en un abrazo,
mi futuro en tu recuerdo,
y mi espíritu…
¡ay!, mi espíritu ya no lo encuentro…