miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sobre campeones…

Otra vez volviste a ganar, a pesar de que te pidieron mil revanchas, el resultado fue siempre igual, y enseguida los fuegos artificiales y las vengalas iluminaron el cielo, las multitudes gritando tu nombre al unísono, banderas con tu nombre, con tu cara, con tu apellido, parece la imagen de un estadio que está pronto a caerse y así la noche se hace día y aun no entendés donde estas parado…
La enorme maqueta fue apagando sus luces, y en tu mente los campeones que no pueden parar y gozan a los que están del otro lado del vidrio, mientras afuera están esperando los que han perdido. Pero tu mirada no fue la misma… Preferiste irte a dormir, pero los ruidos de los festejos no te lo permiten, de tus ojos una lágrima cayó.
Tu vida siempre fue de ese modo, te acostumbraste a ganar todo lo que te proponías, pero te hallaste solo y no soportas seguir con esa función teatral, allá afuera fue una fiesta, fue un espectáculo, allí adentro, un telón se cerró.

A juntar los puchos, los restos de comida y las copas, a limpiar el piso y barrer bien, a bajar las persianas y apagar las luces, se acabó la fiesta y ya es en vano pedir revancha...
Mientras afuera siguen las vengalas, los fuegos artificiales, las banderas y los gritos, todos vacíos, todos retumban en tu cabeza.