domingo, 26 de abril de 2009

Encuentro imaginario…

Es bueno saber que si se me cae una lágrima a ella se le caen tres, es hermoso que ella se haga eco de mis boludeces, que me haga sentir el tipo más importante para alguien por lo menos, que pese a todo se hace un lugar para saludarme una vez al día aunque sea...
No muchos supieron captar mi año de mierda que fue el 2008 y todavía es éste 2009 para mí y ella sin saberlo en realidad, le fue dando un color diferente a la cosa y contándome sus bajones diarios me hacía sentir que no estaba tan solo en el mundo… y de a poquito con sus males tan iguales a los míos (y tan distintos también), sus bajones, sus horas de llanto que me caracterizaban tanto (en otra época al menos), me hizo sentir que podía hacer algo por alguien y alegrarle la vida como ella me la estaba alegrando a mí sin darse cuenta. Sin conocerla.
Para mí una madrugada que no hablo con ella es diferente, y triste a cuando me voy a dormir sin sus últimas palabras en mis retinas… irme a dormir sin eso es como no haber almorzado y cenado más o menos.
Es muy poderoso contarle mis historias de cada día sabiendo que ella las disfruta tanto o más que yo, eso me hace sentir orgulloso, me hace sentir que algo estoy haciendo bien por lo menos. Cada vez que la veo, logra que vuelva a casa con esa sensación de que no hay nada malo, ni nada desequilibrado en mi vida (cuando en realidad sabemos que no es así), pero su presencia me deja ese ánimo por dentro y esa cosa que te hace olvidar todo lo otro que te arruinaría un poco la “existencia”… sentir que por más que te mates escribiendo no alcanzan las palabras para explicar lo magnífica que es y lo agradecido que estoy a no sé que fuerza del más allá o del más acá que hizo que de “casualidad” la conozca y que le haya caído tan bien como para que hoy en día me quiera tanto.. eso si, no más de lo que yo la quiero a ella.
Quiero que te quedes en mi vida por siempre, haciéndome mates, tomando un buen vino y bancándome en todas las locuras que hoy todavía no puedo hacer (o no me animo), que me sequés las lágrimas que lamentablemente caerán en algún momento, con todo lo que me hará daño, tengo plena confianza que ella va a saber cuidarme, y yo estaré para que todo eso directamente a vos no te pase.



Hace rato quería expresar algo así, el destino es increíble a veces y me permitió hallar unas hermosas palabras (de esas que hoy ya casi no existen) y bueno, consultándola a la persona que la escribió, la misma me permitió extraer algunos fragmentos de aquella bella escritura, la cual me tomé el atrevimiento de cambiar algunas cosas y compartirlas con ustedes.
Y esto es lo lindo de escribir, porque capaz que cuando uno escribe lo hace pensando en algo que vivió, imaginó, pensó, soñó y aquel que lee, lo interpreta de otra forma, y que es a la vez totalmente válida también. La poesía no es de quien la escribe, sino de quien la sepa utilizar.
Gracias por compartir ese “pedazo de tu vida”.
Y así terminó una semana desde aquel adiós después del adiós…