Cuna madre de las cúspides
de los puertos de mi alma.
Imponente figura yace
erguida en mi provincia
abriéndose paso en Ventania.
Por el claro del bosque,
sendas ilustres de inexorables destinos
pretenderán amigo mío confundirte
con quebradas, rocas y arroyos.
Peñón donde el corazón
pretende amarrar.
Con dirección a la cruz del sur
por tierra difícil te será llegar.
Águilas Moras tus cumbres custodian,
a tu lado te acompaña el Napostá.
Con paciencia de remero
empiezan a sangrar mis pies;
una barca servirá de guía a la cima,
tiritando una frase que jamás diré.
A la vuelta de una herida que no duerme
Cerro Tres Picos, allí te encontraré.