miércoles, 31 de diciembre de 2008

Por el hecho…

Por el hecho de sentirte/me lejos
he debido inventar nuevas formas
de combatir mis días,
dolorosa y cruel verdad,
aunque no me resigno todavía.

Por el hecho de sentirte distante,
demasiado castigo,
hace frío en mi alma y no hay abrigo;
ahora ya nada tiene sentido,
busco razones para seguir la vida,
más con sólo pensar que puedo tenerte
mi corazón late para que ese día llegue.

Si supieras amor mío,
que de tanto pensarte ya no hay poesía,
y siento que una vez más el destino me desafía.
Me desafía a encumbrar tus besos,
a desafiar tu mirada,
me desafía a pensar en el futuro,
a perder esa absurda cobardía
que ata como un nudo a mi garganta.

No pensé que sería así,
a la luz de la verdad no estaba preparado,
mi esperanza naufraga,
cada noche la soledad me traga,
no pensé que sería así
y me cuesta aceptarlo…

Por el hecho de esperar,
extraño el cuerpo,
realiza plegarias muy raras
con la esperanza de ser escuchadas.

Por el hecho de sentirte, frío,
mi alma quedó helada,
ojos de cenizas, difusa la mirada.
Y tan sólo ese hecho, hizo que me
pregunte que hago con el día de hoy.
Más mi corazón volvió a latir y
en cada latido me demostró que es por ti…


Agradezco especialmente a mi amiga, mentora, profesora, compañera Noelia, creadora de gran parte de esto que hoy comparto con ustedes.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Fuga III

Así pasaron tres años hasta que la vi paseando con un tipo, la verdad que la imagen no me agradó para nada padre, así que esa noche volví a mi casa y planeé el discurso que le daría al día siguiente cuando ella iría a comprar.
Y al otro día llegó ella, empuñando su belleza y pidiéndome dos kilos de papas, medio kilo de cebolla y tres morrones rojos.
-¿Le va a hacer un pastel de papa a su prometido no?, siempre que me ponía serio con ella la trataba de usted, nunca supe por que.
-En realidad voy a hacer un pastel de papa, pero pensaba invitarte a cenar esta noche, ya que el hombre de la pescadería me dijo que era tu plato favorito y como hace rato que nos conocemos y nunca salimos a ningún lado, me pareció algo lindo, al menos que estés ocupado.
Era experta en el juego del coqueteo, pero yo sabía que estaba noviando con un tipo un poco mayor al que hacía poco tiempo había conocido. ¿Entiende padre?, de todas maneras no pude negarme. El padre asintió con la cabeza.
-Está bien Maria, puedo cenar esta noche contigo, no tengo nada que hacer.
-Perfecto, te espero en mi casa a las 22hs. no hace falta que traigas nada, yo te invito, después de todo, te lo mereces con los descuentos y los regalos que vos siempre me haces!.
Esa noche comprendí su juego padre, pero yo estaba demasiado metido con ella, no había forma de que pudiera escapar, así que hice lo que tenía que hacer, le dije todo lo que sentía y lo feliz que ella me hacía. Pero ella me contó que estaba colgada de una relación del pasado y que sólo esperaba por él, que no quería una relación seria con nadie, sólo quería pasar el tiempo.
Así que tomé un cuchillo de la mesa y se lo clavé tantas veces como me lo permitió el remordimiento.
-Y así estoy aquí padre, contándole estas desgracias a usted.
-Oremos hijo, me dijo, mientras agacho la cabeza, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su cuerpo temblaba.
Los guardias irrumpieron en el calabozo, y gran sorpresa se llevaron cuando vieron que Roberto no estaba, y en su lugar se encontraba el padre vestido como éste con un estado de shock pocas veces visto por los carceleros.
Los registros mostraban que el cura se había ido hace unas horas, pero el que se fue, había sido Roberto, vestido como éste. De esta forma ganó su libertad.
Tiempo después Roberto me contó que Maria también le había roto el corazón a aquel padre y que en ese momento éste eligió el celibato, al conocer que Maria había muerto entró en shock y Roberto aprovechó a escapar.
Al fin de cuenta uno nunca sabe cuando le caerá una posibilidad para ser libre.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Fuga II

Yo siempre trabajé honradamente, me gané el sueldo con el sudor de mi trabajo y construí los cimientos de mi hogar yo mismo, hoy me arrepiento, la vida no es sólo eso, me gustaría nunca haber trabajado, o haberlo hecho lo menos posible. La cuestión es que una tarde me llamaron de un mercado para que instale allí un puesto, en ese momento la venta de verduras era muy buena y me pareció una aventura poco alocada y una empresa fácil de concretar, asi que acepté el ofrecimiento y a la semana ya estaba trabajando como el verdulero de aquel barrio que ostentaba riquezas por doquier.
Una mañana la conocí a ella… su vestido era de gran calidad, pero sólo para aquel que lo observara con detenimiento, su figura era normal, pero me llamó muchísimo la atención sus ojos, que si bien marrones no eran llamativos, ellos hablaban con cada parpadear, el vendaval de rictus que disparaba su cara eran únicos y sin dudas su atractivo más grande. Lo que más quería yo era que me comprase algo, pero por alguna razón nunca compró en dos semanas… llegué a pensar que no le gustaban las verduras, hasta que a mediados de la tercer semana, llegó a mi puesto y comenzó a mirar la mercadería. Me faltó grandeza para hablarle, pero el trabajo se vería reducido cuando ella hablase.
-Deme dos kilos de papas, medio kilo de cebolla y tres morrones rojos.
-Va a hacer un pastel de papas no es así?, le pregunté.
-Casualmente en eso pensaba, ¿cómo lo supo?.
-Son años en el oficio.
Lo que ella no sabía es que esa era la comida ideal para conquistarme, sin dudas era el tipo de mujer ideal para mi.
Con el correr del tiempo se hizo cliente habitué y fuimos entrando en confianza, realmente gozaba de un gran sentido del humor, medio extraño y ácido por momentos, era una persona que había que conocerla un poco para comprender sus indirectas y su humor tan peculiar. La verdad que ella llegó a notar que éramos muy parecidos, hasta que un día me pregunto:
-Roberto, ¿sos casado vos?.
-No señorita, aún no encuentro a la persona indicada.
-Igual imagino que tendrás un montón de admiradoras, digo, sos guapo y tenés muy buen trato con la gente, dijo ella mientras esbozaba una sonrisa cómplice.
-Siempre algo hay señorita, mentí para no dejar entrever el cariño que le tenía, a decir verdad me gradué de actor con el correr del tiempo, ya que hacía maromas para que no me descubra con los comentarios que por boludo se me escapaban a veces. Menos mal que siempre fui bastante persuasivo.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Fuga I

Es así padre, me importa muy poco la justicia de los hombres, aunque yo sea de carne y hueso como usted. En la cama de los piolas los giles dormimos la siesta, dijo Roberto mientras se le asomaba una lágrima por el barranco de sus ojos.
No sé que es lo que ha pasado y que hiciste hijo mío, dijo el joven padre, indagando por qué estaba Roberto allí.
Yo no pierdo la esperanza que alguna persona me logre comprender padre, no pido mucho, sólo una persona.
El verano de Buenos Aires era bastante caluroso y en esa cárcel, se sentía el doble ese intenso calor, el padre rogó por un poco de agua ni bien llegó, pero le dieron solo una taza e insatisfecho, se fue a la celda de aquel asesino.
Mi vida estaba bastante arquitectada, más bien parecía un trabajo de ingeniería diría yo, comentó Roberto.
Unos amigos habían ido a verlos unas horas antes, la conversación terminó así:

-Pero así son las cosas mis amigos, demasiada ilusión para tan poco pista donde aterrizar.

Estoy tan cansado, que ahora prefiero vacilar antes de tomar una decisión o realizar una acción que podría cambiar mi vida, la experiencia me demostró que no soy igual a mis semejantes y esa es mi marca de Caín, padre. La cara de Roberto era de profunda tristeza, el padre, se dio cuenta enseguida de ello y profirió palabras de aliento y teologismos en vano, ya que nada le servía a aquella alma errante. Hastiado de la situación el padre instó a Roberto que le cuente que había pasado para ayudarle.
Roberto puso cara de admiración y profundo respeto, le contaré padre, y ahí comenzó su historia.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Rarezas de fin de año…

Cansado de estos días de muerte, calor y fin de año, de mochilas cargadas con uranio, con esta epidemia de malestares y silencios, de dolores acallados, de malas rachas que parecen nunca acabar y con la marca del paso del tiempo a través de los años.
Quise hacer reír a mis tristezas tejiendo boludeces con el telar de las dudas, les dije a las malas ondas:

-Abran cancha que ahí voy a disparar, esperando dar en el blanco de algún milagro, pero reconociendo que nunca tuve buena puntería.

Pero loco, está todo demasiado raro por estas latitudes, ya no se que precio ponerme para salir de esta semi-extraña acompañada soledad. Créanme es muy loco, todo ésto es demasiado raro.
A veces pienso en gastar todo lo que tengo en una sola jugada, pero dudo, tiemblo y me arrepiento, mejor es tachar la doble generala y mantener una chance más.
Y así llegan éstas locas noches, donde la imaginación crea imágenes extrañas, el sueño está aburrido y no quiere actuar, y el escavio está para magnificar las locas imágenes que la imaginación gusta crear (a veces también está para abofetear).
Pero entre todo esto que parece ser un caos (y a veces lo es), espero doblar en la esquina, abandonar la calle “de las tantas derrotas”, cambiar mi cansado caballo y vender este absurdo miedo que no me permite actuar. La esperanza se desespera y está todo demasiado raro, al menos eso parece en este momento mi vida.
Y en toda esta locura, aunque la mierda me llegue a la nuca, aún no se me torna obscuro seguir respirando. Quizás cuando crezca esa telaraña pueda salirme de este agujero y por fin pueda escapar, o tal vez muera tapado por la mierda, pero sabiendo que intenté ser Spider Man.
Esta es la historia de mis últimos días del año, es la historia de un flaco que perdió el norte y se esfuerza por encontrarlo nuevamente, ésta es mi historia, puteo, maldigo, me enojo, me calmo, me acelero, me freno, me distraigo, y a veces duermo, pero todo sigue estando demasiado raro.
Es como dijo una personita, es un año raro éste, tiene cosas geniales y pálidas por todos lados, y es la pura verdad, es un año demasiado raro, está todo demasiado raro.
Y así pasan los días esperando que llegue el 31, mientras tanto, parece que no va a haber pasado mañana, solo vivo mis días, aunque a veces parezco estar en coma.
No me embarren la escena. Perfúmenme los días, pónganle miel a sus palabras, denme un abrazo, no me juzguen, mejor compréndanme… no me entiendan, pero al menos síganme, esta noche, pongámosno nuestros mejores trajes, alcemos nuestras copas y brindemos con un poco de cianuro y terminemos con estos días en Si bemol.

sábado, 13 de diciembre de 2008

La chica que me gusta…

La otra tarde pasó un compañero a estudiar, y en un momento vio en mi computadora la imagen de la chica que me gusta, extrañado preguntó quien era, le respondí que se trataba de la chica que me gusta.

¿Y cómo es?, indagó.
Y le respondí esto que les voy a contar a ustedes.

La chica que me gusta es normal, pero no tanto. Tiene cualidades muy lindas a veces, pero derrapa muy seguido con algunas actitudes. La chica que me gusta tiene certezas, como las tenés vos que lees esto, o como a veces las tengo yo, pero tiene más dudas y peguntas de lo que se anima a contar.
A decir verdad la chica que me gusta tiene más problemas (internos) por resolver que la mayoría de las personas que conozco, sólo que nunca lo dice, y si uno la descubre, comienza una baraúnda de subterfugios y artilugios que a uno lo deja mareado, a veces es preferible escapar y quedarse con la seguridad de lo que uno piensa y no de lo que ella justifica. La chica que me gusta es muy sincera, te dice las cosas de frente y sin rodeos, a veces le sale cariñosa, a veces le sale un puñal, a veces ni siquiera habla, obvio que me encanta cuando lo haces.
La chica que me gusta no tiene el color que me gusta ni bucles en el pelo, no tiene el color de ojos que me agrada, tampoco tiene una figura soñada, pero tiene historias que calla, un pasado por descubrir, un presente confuso y un futuro que planifica y no cuenta.
La cosa se complica cuando coqueteo con la chica que me gusta, de forma muy sutil trato de que no se de cuenta que lo hago, pero a veces creo que lo sabe, a veces creo que no se da cuenta, a veces creo que trata de ignorarlo, no he de negarlo eso me tiene aturdido, pero que más da, también es lindo vivir esa “duda” interna, aunque a veces se complica demasiado y uno busca señales o seguridades. A veces la chica que me gusta me convida un poco de su vida, a veces genera esperanzas, a veces me genera confusión, a veces me genera estupor.
La chica que me gusta tiene algo que pocas personas que conozco tienen, y es un factor común en la gente “atípica” que conozco y la verdad me genera admiración y no temo decir que admiro cosas de la chica que me gusta. La chica que me gusta es súper alegre, así como lo soy yo, pero esconde tras esa alegría aquella nostalgia que sólo algunos podemos ver a través de la mirada.
La chica que me gusta, coquetea pero no se anima a más cuando las cosas se calientan o salen de su control… aún no se si lo hace por instinto, por diversión o por práctica, pero les cuento que aún no comprendo su temor (a veces si ).
La chica que me gusta no sabrá de esto que escribo, y si lo ve, seguro no sabrá que es para ella.
La chica que me gusta es como el abrazo imposible de la Venus de Milo para mi, simplemente inalcanzable. Aunque me gustan los desafíos en mi vida, y ya sabiendo que seré perdedor, la chica que me gusta, sabrá a viva voz que me gusta vencer los desafíos.
Es muy probable que me diga que no logre conquistar su corazón, aunque quizás…

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Secreto a Dios (si es que existe)…

A veces pienso en vos, te invoco y reclamo, te admiro y recomiendo, pero otras veces te odio, te maldigo, te hundo, te protesto, te desafío, te esquivo.
Muchas veces te busco, pero siguiendo las señales que me llevan en la ruta hacia vos, me termino perdiendo, y eso que sabes que soy bueno usando mapas, pero es como que siempre te la rebuscas para que no llegue a vos, para que no te conozca, para que no intimemos.
A veces te admiro, y demasiado, otras veces me quejo (generalmente), te difamo, pero el resultado siempre es el mismo, haga o no las cosas bien, te las ingenias para que lo que busco se torne difícil de encontrar.
Hay días que me siento tu creación más divina, me siento tu Adán, pero hay otros días en los que siento que cargo una cruz y un collar de espinas.
Te agradezco por mi familia, te agradezco por lo que a veces me das, agradezco a ese ángel que me diste, pero te reclamo un poco más de paz y un par de rectas por las rutas que me hacés transitar.
No suelo llamarte, ni vos te preocupas mucho por mi, en ese sentido ambos somos bastante independientes, vos te cagas en mi carácter, yo tengo que sufrir tus reticencias y caprichos. Es como que jamás comprendimos nuestros juegos, a decir verdad siempre desafié tu imagen, jamás creí en vos, más siempre te pido guardes a los míos y los protejas de todo mal, dolor y sufrimiento.
Se que no esperas mucho de mi, sabes que jamás espero nada tuyo, más sólo comparto este secreto contigo, como un llamado de atención y reflexión.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Cansado…

Corazón, por favor dejá de hablarme en las noches que no me dejás dormir, ya estoy cansado de dormir menos de lo que ya lo hacía, de éstas ojeras color malva, de los poemas que no salen y de las incansables ganas de tomar.
No hay certezas, no hay seguridad, sólo hay una estúpida ilusión, un poco de tiempo y esta absurda realidad. Debo reconocer, mi situación es una desgracia, pero quedate tranquilo está empeorando y pronto tendré que tomar la decisión.
Estómago, dejáme tranquilo de una buena vez, estoy cansado de esa “molestia”, una suerte de ansias que no me llevan a nada. Créeme entiendo lo que querés, pero aún me falta grandeza para hacer lo que mi cerebro reclama.
Cerebro, por favor, no me atormentes más con tus imágenes fugaces y prometedoras, al fin y al cabo las imágenes las concreto yo acá.
Y mi cuerpo es un quilombo, y como en tercera persona, veo a la ilusión queriéndome empujar desde el andén, para que por fin me suba a ese tren, en la estación de los sueños con paisaje borroso y destino incierto.
El calor que no ayuda, la cerveza que me ladra que la consuma, con la cabeza media golpeada de tanto “manijearme”, y esta suerte que últimamente se ha pasado de nefasta, os digo, estoy cansado!. No quiero quedarme sin hígado por masticar mi obscuro (a veces creo que absurdo) “secreto” que hasta pienso que ya es a voces (a decir verdad al que no se lo termine diciendo, lo terminó deduciendo).
No me llames, no me sigas, no me esperes, no me hables, no me creas, no me saludes, no me pienses, no me enfermes, no me toques, no me llores, no me mimes, no me quieras, no me mires, no me escuches, no me imagines, no me extrañes, no te vayas,
no me entiendas, no me pelees, no me prendas, no me pronuncies, no me apagues, no me sueñes, no respires, no te aísles, no te muevas, no me discutas, no me quieras y todo lo que nombré al principio se repetirá, y es que estoy tan necesitado que, hice alianza con mis mambos y salió esto que hoy lees acá.
Y a veces a pesar de usar ese disfraz, se me escapan las intenciones que con él quiero disimular, perdóname… ya habrás notado mis segundas (y a veces terceras) intenciones, pero como ya dije me falta grandeza y una señal, que cual bengala guiará a este naufrago hacia tierra firme y terminará este cuanto llamado “naufragar”.
Ayúdame morocha, ya me estoy cansando de éste cuerpo descontrolado…

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Volvió Marquitos…

Volvió Marquitos, volvió de aquel pasado que nos separó y que a veces se torna borroso.
Volvió Marquitos y no es tan distinto a como lo era ayer, o tal vez si, pero no en la esencia, está mucho más grande de lo que lo recordaba, aunque su mirada está perdida (o eso me pareció), como queriendo hallar eso que hace ya un tiempo atrás perdió.
Cuando lo contacté estaba tan nervioso que me temblaba el cuerpo y a decir verdad no esperaba su respuesta. Y debo reconocer que es algo loco esto, por que jamás creí que el digital invento pudiese comunicar a personas que estuvieron alejadas desde pequeños.
Yo me acuerdo de Marquitos jugando carreras conmigo, y siempre fue él el más veloz del grupo, ya de chiquito acostumbraba yo a segundear en todo, pero no era una rivalidad la que teníamos, era una competencia sana la de correr y ver quien iba más rápido, que tiempos aquellos!.
Y el pasado deja de ser un fantasma, lugano vuelve a ser el de hace años atrás, y aunque me dejé crecer la panza y hace ya un tiempo que no fumo más, espero encontrar algo de lo que éramos de cachorritos, de cuando nos conocimos, de los juegos que compartíamos, de los amores de aquel entonces, de los campamentos, de los cuentos de terror… Espero no me pregunte por Sheila.
Y esta noche los recuerdos salen a bombardean a mi cerebro, con imágenes fugaces del ayer.
Volvió Marquitos, volvió a mi vida, esperemos pronto nos podamos reencontrar…

sábado, 29 de noviembre de 2008

El Libro de Arena ...

A veces comparo mi vida con el cuento de Borges, es decir, siempre que lo abro encuentras una página distinta, nunca la primera, nunca la del medio, nunca la última, el número de las páginas puede ser infinito o finito... acaso, ¿quién lo sabe?.

Y tiene relación con el puzzle que jamás pude armar, ya que me colgué con Gustavo tomando unos mates y cuando éste se fue, decidí olvidarlo en mi armario, de esta forma taparía mi frustración y quedaría olvidado el fracaso.

Y esa noche, la almohada me empezó a contar episodios de mi vida.

Pero, ¿quienes somos para imponer la realidad?. Después de todo, uno nunca sabe cuando el “ángel de la buena fortuna” podría aparecer en una página del libro de tu vida y poner un milagro en el camino.

Con este silencio que esconde demasiadas cosas que decir, aún espero en la vigilia mejores vientos.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Cruel (bitácora de éste momento)...

Cruel es, fue y será la vida, siempre arremete sin piedad.
Y ya que Dios no aceptó mi renuncia, y luego de un cachudo partido de truco, logré que por lo menos me cambie de sector, y así me mandó al mundo de las carreras. Con el tiempo te acostumbras a dormir con lo puesto, cuando te preguntan, tirás la moneda y respondés a veces te sale bien… otras… dejemos lo ahí. Si nunca hubo, ¿por qué va a sobrar ahora, no?. Te acostumbras a que te digan:

-Pibe es lo que hay!.

Y medio hastiado y sentado en el banquito, miraba como pasan los domingos.
Empecé a buscar auspiciantes, pero sólo matate.com me contesto el pedido.
Calenté el alma, aceite los huesos, saqué el punto muerto a mi corazón, y le propuse a la vida jugar una carrera. El vencedor, elegía que es lo que sucedería. La cita, fue para el domingo a la mañana.
La ciudad estaba vacías, tristes y sin ruidos esa mañana. Como jueces de la carrera estaban la nostalgia, el creador de matate.com, la muerte y Dios (que lo vi bastante despreocupado y leyendo Clarín). La vida también estaba bastante tranquila, a decir verdad ni siquiera la ví calentar motores…
Para que les voy a contar el resultado, los jueces reconocieron que fue bien chivuda la carrera y que tuve muchas chances de ganar… pero aparecían factores extraños (diferenciales de presión, vientos en proa, obstáculos impensados, dolores, calambres, caídas, tropezones, victorias por momentos, etc.), pese a mi reclamo el jurado fue rotundo con su veredicto (hasta mi auspiciante hizo caso omiso a mis reclamos).

¿A qué no saben quién ganó de nuevo?.

La vida como ganadora eligió que nada cambie en mi “vida” (quizás pensó que me hacía un favor).
Cabizbajo (otra vez) y con el peso de seguir siendo un perdedor, comencé mi regreso a casa.
Así fue que me quedé sin monedas y me tuve que bajar en Liniers, aproveché que era mediodía y que tenía que cambiar plata y me fui a comer un pancho. Justo pasaba la tristeza y se pidió uno conmigo también, ambos apuramos el pancho para no vernos más, pero los pedimos sin aderezo y sin gaseosa (ustedes saben como ayuda eso en el factor tiempo), y tuvimos que compartir un par de lágrimas.
Y juntando las monedas que me tiró el destino, debuté nuevamente en la vida, esta vez trabajando para matate.com.

¿A qué no saben quién perdió de nuevo?.

Cruel es, fue y será la vida, siempre arremete sin piedad.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Pelotudeces de un sábado…

La verdad no quiero que éste blog se convierta en una suerte de diario personal, pero a veces las circunstancias conspiran para que parte de ello suceda y es un poco inevitable a veces, ya que uno es un poco humano aún, pese a todo. La cuestión es que decidí completar lo que octubre no me dejó y créanme para mi es hermoso compartir los cambios que uno decide hacer, por pequeño que sea, y así fue como comuniqué en su momento que había dejado de fumar, y ya sabéis, era algo que disfrutaba muchísimo, era un lujo y un placer increíble el fumar, ni que hablar en épocas de parciales, también era un excelente aliado y amigo con aquellas copas de vino. Lo segundo que comuniqué fue mi decisión de empezar el gimnasio, al perecer todo esto ha de ser gracioso para aquellos amigos de una vez a la semana o hasta para parte de la familia, jueces de lo inédito, abogados de lo increíble.

Como también estoy bastante cansado de esa persona que solamente se la pasa demostrando “quién es”, “que hace” y emitiendo juicios de valores con comparaciones inusitadas.

En fin, odio a los que publican su vida en Internet, asíque mejor termino aquí lo que en vano comencé.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Me muero por vos…

Me muero por encumbrar sus besos,
y hoy ando acostumbrado de verla así,
sola y empuñando su belleza.
Cada día que te miro,
me enamoro más y sin razón,
me enamoro de tu boca, de tus ojos,
y de tus palabras tan llenas de razón.

Mi amor tiene las lágrimas prohibidas,
los párpados caídos y muchos olvidos
en los bolsillos que allí puso el destino.
Quiero sentirte... besarte y quererte
¡Que bonito sería!,
algún día abrazarte,
sólo por eso es que aún despierto
en estos tormentosos días.

Me siento seguro de quererte,
me muero por tenerte en mis ojos,
me muero por ser la persona que quieras abrazar,
y sueños que alguna noches te podré acariciar.

Es que hace mucho que nadie pasa por acá,
al fin de cuenta los dos somos causas perdidas,
navegando en el río traicionero y sin orillas
de los besos que perdimos en combate.
Mi amor se sube rápido a la cabeza,
es sin lugar a dudas una mala bebida,
es que nunca me había sentido así,
con este invierno en los labios.
Mi amor se come los amagues de tu mirada,
descontrola mi cuerpo, marea mi andar.

No he de negarlo hace tiempo que nadie
pasa por mis labios, bebé,
¿tenés ganas de volver a estrenarlos?.
Te pido, no te enojes si beso así,
mi amor trata de trabajar todos los días
para que el pasado ya nunca venga,
quiero que vengas y no golpees al entrar.
¿Querrás que te bese un rato?.

Hoy la memoria es
donde uno no debiera pescar…
Perdido sin vos,
a veces lloro en la penumbra
de la noche fiel que me acoge.
no quiero salir a matar a los duendes de la noche...
quiero que sepas que alguien te quiere.
¿Qué hago sin vos, si me muero de amor?,
¿Qué hago sin vos?,
me muero por vos...
por respirar el aroma de tu pelo.
¿Quien calmara mi dolor?.
dame un beso para ver si resucito.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Lleno de dudas y de torpezas...

Hace poco me ofrecieron una semana de spa en ese hospital de los muñecos mal heridos, pero Pinocho me mandó una carta diciendo que ni se me ocurra aparecer. Y la vida continuó, lo más importante para mí ahora, es andar con una sonrisa a cuesta, aunque a veces cueste. Mi memoria a veces desentierra historias que es mejor no contar, éste calor no ayuda para nada a la hora de querer dormir y abanico los días calurosos en la eterna búsqueda de alguna compañía que al menos me diga, loco, te re entiendo, duele crecer!.
Somos como ballenas arponeadas que perdimos mucha sangre en este mar llamado “vida”.
Y es una cagada, pero se fue el invierno, por suerte éste no fue cruel ni triste, bastante piadoso fue, diría yo, salvo a la noche, donde los recuerdos salieron un par de veces a buscar pelea, pero el vino amansador, nos hizo ser grandes amigos, por ahora (esperemos así continúe). Invierno lerdo de cara cabizbaja (como ya viene siendo desde hace rato), de botellas (de vino) con deseos tiradas al mar.
Calculo que siempre seré un tipo que haga canciones, tal vez no las cante, por que no me de la voz, tal vez sean canciones para pibes de 14 años… tal vez pase al primer grado y abandone el jardín de infante de las canciones. Pero nunca voy a ser como aquellos que necesitan
rápidamente de un argumento para poder inventar el sentido de lo que ven.
No quiero seguir derrapando en el barro, no quiero charlas berretas, mesas de mierda, amigos de una vez a la semana y canciones de Chopin. Tampoco quiero seguir navegando en barco prestado. A decir verdad ya estoy cansado de esperar que un milagro muerda el anzuelo.
No soy más que un naufragado, que no quiere pensar en lo que lo hizo naufragar. Pero también reconozco que nadie adopta a un naufrago. Y pienso, que buena puntería tenés hermosa! (y sin saberlo), este boludo dice, baleado (diste en el corazón). El tiempo sigue jugando al verdugo y mi cabeza cuelga…
Hay una batalla por toda la ciudad, y como en el ajedrez muevo mis piezas lo mejor posible, pero a que no saben quien perdió de nuevo?. No me extrañes ni me pienses por la espalda te lo pido por favor, si sentís algo, decímelo.
Y ya no piden pista los rencores, hace rato despegaron de acá. Sin mucho esmero sigo moviendo fichas en esta batalla. Y así otra vuelta de cerveza en el bar, y tu nombre apareció condensado en el vaso, trato de ignorarlo, por temor a que se destiña mi corazón.
Pero por otro lado, tampoco el mundo hace las cosas bien. Me despierto con mi típico mal humor porteño, sin disimulo y con besos bien guardados avanzo en la cumbre que llamo “día”.
Aunque hoy estoy más suave que la caricia de una lija, y los pensamientos me vienen más rápido de lo que me permite escribir mi cabeza, les cuento que es re loco ver crecer a alguien y poder compartirlo, lástima que a mi nadie me felicitó jamás al verme crecer. Sigo desvelándome como ya es una costumbre y como viene pasando desde hace un tiempo con una botella de compañera, y así nació ésta asociación libre de ideas que por primera vez y de mambo realizo.
Y así están las cosas mi viejo, todo es una desgracia, pero va a estar peor, de eso podés estar tranquilo, y sigo esquivando espejos, para no verme, pero a la mañana se torna difícil.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Rutinaria caminata…

La caminata por la calle Montevideo está generalmente cargada de rutina, no he de negarlo, tampoco voy a repetirle como es el itinerario, pero a veces en ese corto trayecto hacia la facultad pasan cosas que hacen que por lo menos valga la pena hacerlo, y hoy mientras iba caminando me dí cuenta de algunas de esas cosas.
A pesar de sus veredas angostas y del caos de transito que es una costumbre en el embravecido centro porteño, la panadería de Montevideo y Bartolomé Mitre siempre ofrece una postal perfecta de lo que son las delicias. El toldo del restauran de Tte. Gral. Juan D Perón siempre entorpece el transitar de aquellos que miden más de 1,60m.
Cruzando dicha calle y haciendo 10 metros la enorme bodega deleita la vista de los transeúntes con las más finas variedades de vinos y whiskys, aunque uno se desesperanza un poco al ver los precios. A 20 metros de llegar a la calle Sarmiento la pescadería “Colucci”, larga aromas difíciles de explicar, justamente hoy la rutina fue distinta, había una chica promocionando las comidas que allí hacen… una dulce y encantadora voz me dijo:

-¿Querés degustar?.

Fue muy difícil decirle que no a tanta hermosura con una bandeja de langostinos que además estaban buenísimos!!!.
Cruzando Sarmiento, la típica esquina con restaurantes, bares y confiterías que dan un “aire” a tanto cemento, metros más adelante el kiosco de diarios que siempre tiene las revistas colgando y me obliga a agachar la cabeza siempre que por allí paso. Luego llega el inevitable semáforo de la avenida Corrientes y la aún clásica mirada al obelisco y el pandemónium (es increíble que aún me fascine viendo al obelisco), la cuadra que me lleva a la calle Lavalle no tiene nada especial, a veces hay un par de chicas del colegio secundario, pero ninguna me llama la atención pese a algunas cosas que gritan cada tanto.
Una vez cruzada la calle Lavalle esta el Bar “Meetin Place”, ya es una rutina mirar a su interior, e intercambiar una sonrisa con la mesera de aquel lugar, algún día le voy a decir hola para romper con ese ritual…
Por último la calle Montevideo con sus ruidos, su tránsito y su sol de frente que siempre quema y molesta…
En fin, no se por que escribí esto, quizás sea para pensar que siempre anhelo una rutina diferente… quizás para convencerme de seguir haciendo el mismo recorrido, quizás sólo para desahogar un poco el hastío que me genera hacer siempre ese trayecto, quizás para que haya mas degustaciones y así romper con la rutinaria caminata. Quién sabe…

Tal vez la próxima semana, haga el mismo trayecto, pero de la mano de enfrente. Quién sabe…

sábado, 8 de noviembre de 2008

Puzzle…

Le juro, intente de todo, pero nunca pude encontrarla…
Todo comenzó cuando empecé a armar ese ridículo y gigantesco rompecabezas. Sin dudas un gran desafío, costoso en tiempo y en neuronas, pero con la esperanzas de que a largo plazo quedaría resuelto y me enseñaría una imagen desconocida hasta entonces.
Químicamente puro o al menos eso parecía yo en ese momento, hasta que llegó Gustavo y me pregunto:

-¿Qué estás haciendo pelotudo?.

Tan metido estaba en esa ardua tarea que no le dije ni hola, atónito se fue a la cocina a poner la pava para el mate. Me lo contó él mismo mucho tiempo después eso.
De esta manera comenzó la historia de “El libro de arena”.

Pero esa ya se las voy a contar mas adelante…

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Crímenes…

Tenemos que encontrar la manera de reconstruir la escena del crimen. Sentenció el Principal de la PFA al ver ese cuerpo tendido ahí. La certeza que tenemos (hasta que llegue el SAME, aclaró) es que quedó bien fiambre el pobre, asíque, Ayudante, tome nota de lo que va encontrando y avíseme si encuentra algo llamativo. Si señor, dijo el ayudante, y de inmediato comenzó a revisar esa habitación.

Siempre hace todo mal, todo al revés, seguro quiso hacerlo así esta vez, irrumpió en la habitación una persona de tez trigueña pelo largo y con una barba de tres días por lo menos.

-¿Quién es usted?. ¿Cómo lo dejaron pasar?, preguntó el Principal.

-Inspector Álvarez, dijo aquella persona, y continuó, yo lo conocía, era amigo mío. Justo estaba cerca cuando escuché por el handy la dirección y me apersoné, espero no le moleste Principal.

-No hay ningún problema Inspector, me presento, soy el Principal Duino y usted me serviría de mucho en esta investigación, dijo mientras le estrechaba la mano.

-Tengo varias teorías en mi cabeza... Obvio que ninguna tiene un buen sustento argumentativo, a decir verdad a veces ni él lo tenía, dijo Álvarez. Siempre me pereció que él mismo complicaba su existencia y más de un bochorno lo he visto pasar. Dependiendo de quien lo vea era bueno o malo, nunca se cayó nada lamentablemente, así más de una vez demostró cuan imbécil era, aunque estoy seguro de que algo callaba. Últimamente estaba muy ilusionado, pero como que lo empecé a notar cada vez peor, ¿comprende Principal?.

-Comprendo, ¿estaban peleados ustedes?, interrogó Duino.

-Para nada, pero tampoco nos estuvimos viendo mucho, él estaba muy ocupado con sus cosas y ponía esmero en esa chica….

-¿Qué chica?, ¿tenía novia?.

En ese momento, interrumpió el ayudante. Mi Principal, mire lo que encontré, y enseñaba sus manos una rosa blanca y una pequeña epístola.

-Léala, profirió Álvarez con un tono un poco intempestivo.

-Mi niña, me estoy cansando de coser heridas… eso dice solamente, agregó el ayudante.

La ilación de sucesos se volvió confusa en ese momento.

-Alguna vez alguien me contó que solía mirar las estrellas y que esperaba a “esa persona” que no dejaba conocerse. Dijo murmurando Álvarez…. Pero… (titubeo) ¿Cómo era que se llamaba?....

-Roberta!!!!, yo me acuerdo que una vez lo jodí, era loco que un Roberto salga con una Roberta.

-¿Tiene usted algún dato de esta tal Roberta?, preguntó Duino, interesado.

-Por supuesto, ya le paso su dirección, pero entiéndame Principal, no va a poder hacer nada ni usted ni la justicia por éste caso, es más me animaría a decir que es una causa perdida.

-¿Qué dice?, preguntó Duino anonadado y dubitativo.

-Pues claro Principal, es muy simple, nadie jamás fue preso por matar las ilusiones que se hace un pobre boludo, déjelo así, eso que está viendo es un muerto en vida, cuando se le pase la resaca, volverá a vivir y mañana la historia se va a volver a repetir, se lo aseguro, al menos que de una vez se decida a hacer lo que debe hacer (esperemos se anime y sea pronto), y sino no queda más que pedir que pueda olvidarla y que navegue así en los mares del olvido.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Encuentro nocturno

Esta noche hice todo los preparativos, llegué lo más rápido posible a de la facu, comí como pude (y mal), fumé ese cigarrillo de rigor y ya estaba listo, sólo era cuestión de esperarte.
Pasó el tiempo, anonadado miraba el monitor esperando que llegues. Pensé, si la espera es larga, lo mejor es perfeccionarla. Así fue como descorché un Shiraz-Bonarda y escuchando a “Darsham”, seguí esperando…
Larga se hizo esa espera, y nunca llegaste… nunca te ví, lejos estuve de presentirte al menos. Como consecuencia, me lleve a dormir a una botella a medio tomar, un par de bostezos, esto que escribí y las ganas locas de que hubieras aparecido.
No todos los días la inspiración llega, por más que uno la espere… tal vez mañana o pasado venga a acompañarme en la noche. Mientras en la ciudad todo es grís y los taxistas se cansan de bostezar, yo me voy a soñar un rato.

Hasta mañana (quizás)…

miércoles, 29 de octubre de 2008

Crónicas de un perro…

1 semana:
hoy cumplí una semana de nacido, que alegría haber llegado a este mundo.

1 mes:
mi mamá es ejemplar, me cuida mucho muy bien.

2 meses:
hoy me separaron de mi mamá, ella estaba muy inquieta y con sus ojos me dijo adiós, esperando que mi nueva "familia humana" me cuide tan bien como ella.

4 meses:
todo me llama la atención, hay varios chicos en la casa que para mi son mis "hermanitos"; somos muy inquietos, ellos me tiran de la cola y yo los muerdo jugando.

5 meses:
hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice pis dentro de la casa, pero nunca me han enseñado dónde debo hacerlo. Además duermo con ellos en la habitación, y ya no me aguantaba más.

8 meses:
soy un perro feliz: tengo el calor de un hogar, me siento seguro, protegido. Me consienten mucho: cuando están comiendo me convidan, el patio es para mi sólito y me la paso escarbando. Nunca me dicen nada, ha de estar bien todo lo que hago.

12 meses:
hoy cumplí un año, soy un perro adulto, mis dueños dicen que crecí más de lo que ellos pensaban, que orgullosos se deben sentir de mi por haber crecido tanto.

13 meses:
hoy mi "hermanito" me sacó la pelota, yo nunca le agarro sus juguetes, así que se la quite, pero mis mandíbulas se hicieron muy fuertes así que lo lastime sin querer, después del susto casi sin moverme me encadenaron, al rayo del sol. Dicen que soy un desagradecido.

15 meses:
ya nada es igual. Vivo en la terraza, me siento muy solo, mi familia ya no me quiere, a veces se les olvida que tengo hambre y sed y cuando llueve no tengo un techo que me abrigue.

16 meses:
hoy me bajaron de la terraza, seguro me perdonaron, yo me puse tan contento que daba saltos de gusto, mi rabo parecía un rehilete, encima de eso me van a llevar a pasear. Nos enfilamos hacia la ruta y de repente se pararon, abrieron la puerta y yo me baje feliz creyendo que haríamos a nuestro "día de campo"; no comprendo.
¿Por qué cerraron la puesta y se fueron?: - oigan esperen- ladre. Se olvidan de mi, corrí detrás del coche con todas mis fuerzas, mi angustia crecía al darme cuenta que casi me desvanecía y ellos no se detenían. ¿Me habrían abandonado?.

17 meses:
he tratado en vano de encontrar el camino a casa, en mi sendero hay gente buena que me da algo de comer, yo les agradezco con mi mirada desde el fondo de mi alma; yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno pero todos dicen: pobre perrito, se ha de haber perdido.

18 meses:
el otro día pase por una escuela y vi muchos niños como mis "hermanitos", me acerque y un grupo de ellos, riéndose me lanzaron Una lluvia de piedras, una de esas piedras me lastimo un ojo y desde entonces ya no veo con él.

19 meses:
parece mentira cuando estaba mas bonito se compadecían de mi, ahora que estoy flaco y como perdí un ojo la gente me saca a escobazos cuando pretendo echarme en alguna sombra.

20 meses:
casi no puedo moverme, hoy al tratar de cruzar una calle pero donde pasan muchos coches, uno me atropelló; según yo, estaba en un lugar seguro llamado "cuneta" pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor que hasta se ladeo para centrarme, ojalá me hubiera matado pero sólo me disloco la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultad me arrastre hacia un poco de hierba que había al lado del camino.
Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer, ya no me puede mover, el dolor es insoportable. Me siento muy mal, quede en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se esta cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; "no te acerques"-suelo escuchar-.

Ya casi estoy inconsciente pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos: la dulzura de su voz me hizo reaccionar: pobre perrito, mira como te han dejado junto con ella venia un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: lo siento señora, este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir. A la dama se le hizo imposible no llorar, como pude moví mi rabo y la mire agradeciéndole que me ayudara a descansar.

Solo sentí el pinchazo de la aguja y me dormí para siempre pensando:

¿Por qué tuve que nacer si nadie me quería?.



La verdad si algo me enseñó la vida es que en un minuto todo lo que soñabas puede esfumarse o desaparecer de la forma en que la veías. Y en un minuto pueden pasar muchas cosas eh!, una charla por teléfono, una carta recién llegada, un mensaje no respondido, un post data que jamás pensaste que te escribirían.
Octubre siempre fue el mes de las esperanzas e ilusiones para mi, pero ya va cayéndose del almanaque y con él mis esperanzas. Aquel que entienda, sepa comprenderme este fin de semana y convídeme con una copa de vino.

Y la verdad es re loco que justo hoy, 29 de Octubre esté escribiendo sobre esto…

Dónde quieras que estés, feliz cumpleaños!.

sábado, 25 de octubre de 2008

A mi amigo…

A veces es más fácil para muchos fingir que las cosas van bien, antes que enfrentarse con una verdad difícil. Así que continúan centrados en los detalles, los pequeños rituales de la vida diaria. Tienen la esperanza de que el cómodo ritmo de la familiaridad retrasará un poco más lo inevitable.
A veces es como si apretasen un botón y click!, todo cambia.
Hacer que las cosas vuelvan a la normalidad, lo que sea para hacerlos ganar algo de tiempo. Fingir, disimular, puede que esto sea lo único en lo que nunca maduramos.
Todos tenemos un pueblo dentro, y como en los pueblos tenemos una historia, gente con la que convivimos y compartimos.
Cuando las cosas funcionan bien en el universo, una pérdida de inocencia suele conllevar un aumento de humanidad...

El tiempo es así de extraño; a cambio de todo lo que nos arrebata, nos concede algo... A veces es un nuevo amigo, a veces es un mejor entendimiento de nosotros mismos... A veces, sólo es un día perfecto.

Por supuesto, algunos hacen todo lo que pueden para seguir adelante, fingiendo que nada había cambiado, sabiendo que había cambiado todo, pero existe algo que la muerte nos recuerda, nos recuerda lo resistente que es el espíritu humano, cuando quiere serlo.

A vos mi amigo, mi eterna amistad!.

miércoles, 22 de octubre de 2008

En 500 palabras…

Hace unos días me enviaste un mail que decía: Hablanos de vos, de tal forma que tengamos un buen sentido de quién sos, para ello tenés que usar sólo 500 palabras:

Desearía que me hubieran preguntado eso dos años atrás por lo menos, en fin. Les podría haber dicho exactamente quién era, quién iba a ser. Hace dos años lo sabía al menos y, la cuestión es, que estaba en lo correcto (al menos eso pienso ahora). Los planes son como “caramelos” para lo Dioses del destino. La única cosa de la que podés estar seguro es que nada va nunca de la manera en la que te lo imaginas. Ya me debería haber acostumbrado. La cuestión es que no sabes cuando todo con lo que contabas se podría destruir -sin importar cuan sólidos sean los cimiento que creaste-. Los cimientos se rompen, todo cambia, especialmente cuando crees que estás seguro y que todo va bien. Para ser justo, si yo fuera uno de los Dioses del destino y estuviera viendo los mejores planes de gente “tonta” probablemente vería el mío y también desearía destruirlo.
¿Querés saber de mi en 500 palabras?. Me asusto a veces de la vida y también me decepciono bastante. Tengo muchas dudas y adoro salirme con la mía (cuando eso sucede). No me gustan los cambios bruscos, pero sé que de cierta forma me favorece y es inevitable, así que trato de aceptarlo de la mejor manera posible.
Sí, las cosas pasan -cosas que no esperas- o querés o te gustan. El mundo se mueve y vos te convertís en alguien que no esperabas ser. Y ahí estás, en tu ropa, tu música, en tu vida, en como hablas, en todo, éste es mi futuro, este soy yo.
Y acá estoy yo, hablando de mí en 500 palabras, sólo para demostrarme que puedo, aunque a veces las palabras se “cuelgan” y no le dan el sentido que esperás que le den a lo que escribís. No quiero adjetivar de más (aunque a veces me sale), me gustaría poder abrazar más como hacía antes, decir más seguido “te quiero”, tener esas locas ilusiones que me hacían sentir una mejor persona, pero ya ves, no es lo mismo, todo cambia dijo Mercedes Sosa…. menos ella.
No quiero ser prolijo sólo para gustarle a los demás, no quiero andar midiendo mi léxico sólo para no parecer extraño, desconfío de los médicos, y de algunos ingenieros, quiero tener pocas cosas, pero quiero las que tenga/o, Espero siempre al mes de octubre, ya que en el encuentro las esperanzas que siempre me faltan.
Este soy yo y quiero cosas que no imaginaba querer hace un tiempo atrás. Quiero las posibilidades que una vida suburbana me puede ofrecer. Un lugar para crecer, para conocer gente nueva. Un lugar para sorprenderme cuando la vida resulte ser nada de lo que yo esperaba. No quiero tu dinero, yo me lo puedo ganar si se me da las ganas, yo no quiero creer lo que me dicen los diarios, yo sólo estoy empecinado en creer que existe el amor a través de los años.
Uno tiene que estar agradecido por eso - En perfecta paz-.



Nunca te lo respondí, de todas maneras se que lo vas a ver por aquí.

sábado, 18 de octubre de 2008

La fiesta II…




Todo empezó en una fiesta en Ramos Mejía o Ciudadela tal vez… la verdad no lo recuerdo. Llegué empinando tres chichas y con un compañero que se encontraba en la entrada del lugar con temor de ingresar… la puta!!!, que cara de temor tenía ese muchacho… Claudio creo se llamaba. La cuestión es que armado con un cigarrillo y con aliento bastante fuerte por las chichas, ingresamos a ese boliche.
La música a todo lo que daba (era fija que había mas de 85dB), las luces ultimaban mis retinas con sus fotones y su haz luminoso, creo recordar que me mareé, pero la vista alcanzó a ver la barra y como alumbrado por la providencia pode divisar una botella de Callia Shiraz-Bonarda. Enseguida me arrojé sobre la barra y lo pedí. Mi compañero me dijo que si lo tomaba me iba a quedar sin hígado y sin dignidad, pero que más da!, ya era tarde cuando me lo dijo… El vino estaba en la copa.
Enseguida al lado mío apareció ella… su cuerpo hablaba hermosuras y su voz pidió un vino también, aproveché la ocasión para recomendarle el mismo que yo consumía. Gustosa aceptó mi oferta y nos pusimos a charlar sobre varietales, copas, y calidades de aquel elixir. Cuando quisimos acordar las dos botellas habían desaparecido.
El grado alcohólico era tal que le proferí:

-Te cuento que no puedo convidar más que promesas rotas, mientras le convidaba de mi copa.

Mentime despacio y servime otra copa... respondió. Enseguida pedí otra botella de vino. Quizás mis dotes de “proyecto de poeta” me impulsó a decirle:

-¿Qué clase de viento te arrastro a mis manos?. Ella comenzó a reírse. Continué:

-¿Qué borracha suerte me convido con vos?. En la fiesta de tu risa busco el talle de mis sueños.

Siguió riéndose y tomando de un sorbo el vino de su copa, hablándome al oído me decía que fue sola a ese lugar a naufragar en el oleaje, para recuperarse de los besos que hundieron su barco.

Yo no era un gran pirata y equivocaba vientos entre las tempestades de su escote, me animé y le robé un beso de su húmeda boca, sin dudas uno de los mejores besos en tiempo. Y fueron desfilando promesas de vino, botellas al mar. Por eso me tomé mi tiempo, quedándome bien cerca de los mejores besos y de las buenas botellas.
La noche pasó y mi compañero apareció en las peores, y como caballero que soy, acudí a asistirlo en ese momento. Fuimos al baño e hizo todo (y un poco más) de lo que debía hacer. Cuando volví a la barra, ella me dijo:

- Bueno, nos vemos el fin de semana que viene, misma hora, en el mismo lugar. Su copa tenía un hielo…

-Si querés enamorarme no me tomes en serio y ni se te ocurra ponerle al vino hielo, le dije y agregué:

-Desconfío eternamente de los después nos vemos... y de los que andan siempre con dos copas de menos.

-No te hagas problema, el fin de semana que viene, misma hora, mismo lugar, nos encontramos. Me dio un beso y se marchó.

A la semana que próxima, volví al mismo lugar, a la misma hora, pedí el mismo vino, pero ella no apareció jamás. Con el mástil herido, tiré el ancla en noches desiertas y con aquella botella que decía, “yo no fui”... partí…

miércoles, 15 de octubre de 2008

Viento en proa...

Ya sabia yo que iban a cambiar las cosas desde aquel día, sólo quiero que no haya viento del norte, que las aguas estén calmas y que sea un día esplendido, no se si el responsable de este cambio será aquella luna, o será el Rey Tritón que al ser el rey de los mares, seguro que tiene algo que ver con mis planes de navegación.
Con los primeros rayos de sol decido zarpar, hay una calma total, y me doy cuenta de que no se pueden hacer planes, pretendía agarrar los primeros vientos de la mañana, pero sólo sopla alguna ráfaga del norte.
Me pongo a merced de los vientos y me dejo llevar, aprovechando cuando hay alguna ráfaga, aprovecho para oír música y contemplar el paisaje y de vez encunado evocar a Eolo, pero parece ser que hoy no escucha mis plegarias, esta tan calmo todo que ya sólo me puse a pensar que por lo menos tendré a la luna de compañera en mis noches.

Al no avanzar, no tuve más recurso que apelar al pensamiento...
Mi barco debe en algún momento zarpar, debo izar las velas (que ahora que observo, tienen unos agujeros), navegar bajo las estrellas, con la mar en calma o embravecida, con la vida a cuestas (como ya es costumbre), como equipaje un corazón esperanzado, y mantener el rumbo como premisa fundamental. ¿Quién sabe que nos espere mas allá del horizonte?.
Levar anclas, desplegar las velas, es como si mi vida estuviese en altamar. Tengo que improvisar (como ya es costumbre) y construir solitarios caminos que las olas han de borrar o que una débil estela marcará si la marea así lo permite.
Debo navegar, navegar y navegar por el mar de la incertidumbre y tratar de llegar al buen puerto de tu corazón, para allí amarrar y por fin decirte mis pleitesías de amor.
No pedí permiso al amor, pues son cabos que nos amarran en los puertos del dolor.
Un barco ha de zarpar a cada momento, fumando lo imagino, debe navegar y navegar, reinventándose en cada instante un nuevo destino.
Hastiado, comencé a confeccionar mis bitácoras en la bajamar, mientras bebo mi rumbo en el mar cansino, sin más que una estrella que embalsamar y sin una brújula como guía.
Barco, hijo de los vientos, no llevas brújula, timón, ni compás y ahora que recuerdo, tampoco nombre te he puesto. Nuestra vida es navegar, recordarla sin mirar atrás.
Un barco sin su capitán, no anda nunca bien, un barco sin motor no anda, pero sin redes tampoco puede trabajar. La vida es como un barco sin ancla: navegará sin rumbo cuando pretenda estar quieta.
Todo es mar y naufragio, todo. Todo… que es como decir nada a esta altura, la nada al frente, turbio horizonte (indiferente e inseguro) que yace por siempre sumido en la tormenta con encono.
Un alma sin rumbo. Un barco sin timón. Un vagabundo sin honor. Un solitario que viaja por el mundo casi sin alma y corazón llegando a perder por minutos la razón por este amor que tan adentro de mi corazón llegó, esperemos que se concrete.
Con el alcohol comienzan a ladrar los pensamientos... a la espera siempre que un milagro muerda el anzuelo y poder llegar a tu puerto.
Y en las noches entre el dolor y las lágrimas que me produjo…. te quiero tanto….
Siento este dolor tan adentro, tanto que grito a los cuatro vientos todo lo que siento.
Por eso mis lágrimas, mi alegría, mi dolor… sos para mí una fantasía de un sueño en vida.


sábado, 11 de octubre de 2008

Planes…

Hace poco leí un poema de Johan Frank, con el que pone letra a una cantata de Bach, lo escuché por primera vez no se por qué, creo que me lo recomendó alguien por msn, a decir verdad no recuerdo en este momento. La traducción al español de este poema es algo como "Desafía al viejo dragón, desafía al miedo. El mundo podrá rabiar y temblar pero yo seguiré cantando en perfecta paz" y...
Me encanta. Los planes son los dulces que nos provee el destino. Lo cual es muy raro, ya que nos pasamos la vida haciendo planes, poniéndonos metas para que luego la vida siga su rumbo (sin preguntar), sin respetar esos planes y... NO hay nada de malo en ello porque no sabes lo que te deparará el futuro, es una suerte de principio de incertidumbre, brinda el matiz de lo incierto y a veces dan ganas de explorar para ver que sucederá (a veces, como es mi caso, no).
Yo, por ejemplo, quiero irme de aquí y se que no falta mucho para que eso suceda, pero... ¿Y si ese camino no me hace ser feliz?. ¿Y si el fracaso en ese camino me lleva a la victoria en otro mucho más importante?. No lo niego, a veces me pregunto estas cosas, creo que es sano hacerlo de vez en cuando.
Pero la respuesta es simple (al menos en este momento). No lo sé, yo sigo mi meta, sigo haciendo todo lo posible, sigo imaginando, creyendo, sigo lo que me dicta el corazón y... nada más pero... ¿Qué pasa si no lo consigo?. Pues habrá que buscar otros caminos, conformarse con lo ya obtenido, o seguir luchando porque, al fin y al cabo, la vida es una eterna lucha contra nosotros mismos, contra el que dirán, contra el mundo.
Pero a veces en el “perder”, se haya la “victoria”, que tal vez para los demás sea un fracaso estrepitoso, pero que lindo sería lograr al menos una de las cosas que deseo. Como decía el poema de Johan Frank "Desafía al viejo dragón, desafía al miedo. El mundo podrá rabiar y temblar pero yo seguiré cantando en perfecta paz"
Somos veletas en un mar de dudas, dejemos que el viento nos guíe y disfrutemos de las vistas.
No decidimos a quien amamos ni cuando se termina. Nos arrastra el destino y estamos aquí sólo para sobrellevarlo y aprender de ello. El destino nos arrebata lo que quiere y no podemos hacer nada.
Si encuentras a la mujer adecuada y encima ella se enamora de vos, seguí mi consejo, aférrate a ella como un hijo de puta y remen juntos, eso es lo mejor.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Las brujas no existen, pero que las hay….

Me resultaba complicado el abstraerme de mi realidad para ponerme en la suya. Pensaba que era casi una entelequia. Mi cerebro llega a comprender que haya gente así, pero no era una idea sencilla de aceptar ni siquiera adivinar cómo serían en sus vidas, en sus relaciones, en sus trabajos.
Pero he conocido a unos cuantos. Es extraño, créanme, es la verdad, pero sigo pensando que hay algo raro en ella. No tan raro como esperaba a priori. Yo que, a juzgar por algunos comentarios que me dijeron, los imaginaba como gente que se proclamaban a sí mismos mejores y mucho más interesantes, que nos miraban con condescendencia y desdén.
Raros en el sentido de ¿cómo lo harán?. Siempre me pregunte si ella es feliz con su estilo de vida. También me llama la atención como algunos la siguen y no se dan cuenta de algunas cosas de las cuales yo si me di cuenta a tiempo y pues, no tuve drama en alejarme (creo que es un método de defensa). ¿Pero saben algo?, no quiero adivinarlo, no sea que me pase como a ella últimamente. ¡Con lo contento que estoy yo con mi vida últimamente!. Por mi que siga en la suya!

La semana anterior a la pasada al menos me hizo un gran favor.

sábado, 4 de octubre de 2008

Sobre amistad...

Nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo. (Richard Bach)

La amistad debo reconocerlo, es sin duda alguna, uno de los temas más recurridos y sobretodo más importantes para mí. No añado frases según un guión preestablecido, sino conforme me las pide el cuerpo 8 y mi cabeza) y de ahí que a veces el tema esté repetido (y a veces lo tenga olvidado en un rincón).

¿Qué son los amigos? Esa extraña especie de personajes con los que, además de preocuparte e intercambiar opiniones y sentimientos, compartimos nuestras vidas, tu vida. No todos los amigos son iguales y, por ello, no con todos los amigos compartís lo mismo pero... si que existe un factor común y es la confianza en los momentos de oscuridad y la preocupación por su bienestar además de otros.

Para mí los tres pilares de la felicidad son los amigos, la familia y la pareja. Puedes prescindir de dos de ellos y ser feliz pero para ser feliz, creo (o intento hacerlo), es necesario al menos uno de esos tres pilares. El resto de cosas pueden marcar nuestros estados de ánimo en puntos concretos de nuestra vida pero... no condiciona la felicidad porque... ¿Qué es la felicidad? El otro día leí una entrevista a un importante psicoanalista, creo, que había sido pionero en sus tesis sobre la felicidad y... apoyándome en esa entrevista... La felicidad no se puede calificar en un breve periodo de tiempo sino en un marco temporal más amplio. Podemos ser personas felices y tener episodios de tristeza temporales y seguimos siendo felices porque... la felicidad no es simplemente un estado, que sí, lo es, pero está por encima de todo. No sé. Es tan complicado de explicar... No es lo mismo ser feliz que estar alegre. Y recogiendo la frase que hoy he puesto... la distancia o a veces la falta de atención en la amistad por circunstancias de la vida no debe hacer resentirse la amistad y, si hace resentirse la amistad quizá haya que preguntarse por qué.

miércoles, 1 de octubre de 2008

A vos…

A veces me pregunto: ¿Cómo fue que llegué a este lugar?. Simplemente no lo se. ¿Cómo susurrar en esta noche que quiero amarte, que tu piel me huele a brisa?. No puedo explicarlo… Yo no te esperaba, tampoco quería que fuese así, pero a veces los sentimientos te juegan una mala pasada y ya ves, acá estás ahora dentro mío, sin saberlo, a veces hasta sin quererlo, pero estas...
Mientras afuera me hablan del huracán que arrasó a EE.UU. (y no me refiero al efecto "jazz") y las bolsas que se desploman, ya no me importa si se pelean la KGB con la CIA, me cuentan de la crisis en Bolivia, y sabiendo que el diario no hablaba de vos ni de mi (y aunque Clarín te ponga mala), yo con la locura y la sobre dosis de alcohol que tengo a las 7 de la mañana, te imagino después de una noche de amor con una remera mía y una sonrisa abrazada a mi.
No es muy difícil imaginarte, te conozco bastante, y aún no te haz dado cuenta de eso. Vivo al ritmo de tus días, de tus noches, me abrazo a los sueños en que sólo imagino queriéndonos cada día más… “Olvidate del estúpido reloj, cuando la vida se está luciendo con dos cuerpos abrazados en la cama como comiéndose la manzana prohibida de premio.
Y vos no sos Marcela Kloosterboer ni yo soy Mariano Martinez (eso lo sé muy bien), pero no se como decirte lo que me pasa, lo que estoy sintiendo, decirte que realmente te quiero, no se desde cuando, pero hace ya un tiempo que quiero decírtelo sin saber como aún . Vamos, dejame desabrocharte ese botón, quizás mañana no tengamos más noches. Olvidate de ese estúpido reloj, nadie se ha muerto por llegar tarde a la oficina.”

Maldito sea el destino que interpuso ente vos y yo a esa persona a la que deseas tanto, si supieras que mi oscuridad se hace luz con tu sonrisa, que mi corazón late a veces por vos…¿Y sabes?, no te tengo miedo, pero tampoco me animo a decirte lo que siento, si supieras que daría todo para que estés al lado mío bebé!. Aunque siempre tengo miedo que ya sea demasiado tarde…
Espero que entiendas que no tengo mucho para dar, más que un viaje en mi camioneta y unos $12 para un vino Callia. Creeme que soy un tipo sincero, más conmigo no tendrás un yate pero tendrás amor verdadero, un montón de sueños y sinceridad.
Será que es malo ser artista y como tal masoquista, que es triste ser escritor y hundirse en este mar solitario y morir con cada suspiro de la mano del aire…

De pronto desnudo y extraño me vio la luz que asomaba desde la ventana… me descubrió el engaño. Yo de ahí no quería huir. Pues más solo que nunca desperté de esa bella ilusión…
Bebé... Quisiera contarte de los besos que perdí por no saber decir te necesito!, pero temo aburrirte.
Yo sólo cargo los besos que no haz dado, los abrazos que jamás diste, los labios del pecado. ¿Sabes bebe?… también quise escribirte una canción, pero empezaba tan triste que jamás la pude terminar….
Una vez más la ilusión se desvanece, y me descubro abrazado a la nada… es que estoy tan cansado de compartir el colchón con la soledad….

Y a pesar de todo lo que escriba para desahogarme, se que no sabes que todo lo que relaté es para vos, hasta ni te darás por aludida si alguna ves lo lees, si es que ello pasa algún día.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Basta para mi…

Hoy mi equipo volvió a perder y no es que pensaba que íbamos a ganar, pero se nos complico a último momento, aunque queda el sabor amargo de estar a nada de ganar incluso un empate hubiese sido un éxito…
Resulta que la porquería es hoy y acá y mi equipo cuesta arriba, pedaleando mal, mordiendo la banquina hizo lo que pudo. Terrible el equipito tuberculoso que supimos conseguir. ¿No ves?... pero bueno el resultado siempre es desfavorable.
La cuestión es que nada de eso importó, sin embargo importa lo que la masa consume.
¡¡Hola Susanas!!, dicen en la parvularia T.V., ahora que es lindo ver al pueblo unido!!, chorreando Marcelos Tinelli y telefé, abanderados de esta puta fiesta que parece no tener fin.
No juego más. Basta para mi. Están embarrando la cancha Referí!!!. No puedo seguir jugando más. ¡La hora referí!.

"Guarda vecina... con los bolitas que huelen feo..." escuché al volver a casa. "¿Vió que tragedia lo de los empresarios doña?", le dijo el verdulero a la señora que le compraba 10 Newton de papas. Mientras recordaba nuestro partido que derramaba lastima por los rincones. Y que groso el estado, le pagó al Club de París!. Y que siga la vida, total las cataratas, la pampa, los cuatro climas y hasta Dios es argento.
Hoy madrugué hecho un cubito, y con mis dientes castañándome y aunque a muchos no los esconde bien ese disfraz y más de una vez se me piantan las ganas de llorar, me animo a hablar de estas cosas, y orgulloso de hacerlo, aunque tal vez nadie lo entienda.

Y aunque en los partidos siempre me vaya de jeta al piso... y se me enmierdan los planes, y para colmo me cerraron los bares de mi barrio, y hace ya un tiempo que no me sale una puta canción, se rifa un huracán y yo tengo todos los números, recordé…
partido chivudo el que jugamos estábamos todos atrás y Germán de 10, todos atrás y nuestro quipo siempre en offside.

No juego más. Basta para mi. Están embarrando la cancha Referí!!!. No puedo seguir jugando más. ¡La hora referí!.
¡¡¡BBBAAASSSTTTAAA!!!.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Un poco de la música y de mi…

La sabiduría llega generalmente cuando no nos sirve para nada y eso aparentemente no se puede evitar de ninguna manera (o al menos no supe nunca como), aunque más de una vez la sabiduría se nos adelanta y podemos hacer maravillas o salvar el mundo quizás...
Como la mayoría hace ante su familia, sus amigos, ante ellos mismos... acepta sin rechistar la etiqueta envenenada, el juicio loco, el delirio. Y esta vez no fui la excepción a la regla. Todo fue por culpa de la música… si, la música, así que hoy les voy a hablar de ella.
Ya estoy hastiado de escuchar reproches sobre mi alejamiento de ella…
La música es para mi una chica bastante caprichosa que tiene la loca cualidad de hacerme sentir glorioso, como también más de una vez me hace pegarme un chapuzón en el mismísimo infierno. Puede hacerme sentir la peor basura, como también hacerme sentir digno, triste o feliz.
Mucho me ha enseñado, mucho he aprendido, juntos hemos hechos cosas muy lindas, hemos crecido, peleado, discutido, hasta que un día se me murieron las ganas y en un sueño profundo me acosté alejado de ella… Lo que no fue ya nunca será, pensé. Pensé también que cerrarían mis heridas y que al abrir los ojos, saldría el sol.
Muchas fueron las miradas que esquivamos mutuamente, la vida también nos ha dado este trago amargo que estamos viviendo en este momento. Y las lágrimas son de verdad, no hay lugar para la mentira entre nosotros.
Ella se dio cuenta que últimamente no me sale una puta y pedorra canción y ya estoy cansado de decir:

- Muy bien hermano, muy groso lo que hiciste!... ¿cambiaste la guitarra?...

También hubo algunas mentiras (generalmente mutuas) que nos dañaron, a veces queman los recuerdos y las ilusiones siempre están prestas a chicanear en esas situaciones. Tal vez es que nunca estuve a la altura, yo ahora me hago el inocente y ella juega a hacerse la dura y así estamos hoy, el uno sin el otro.
Pero también se que hay gente que lo hace por obligación, ignorantes de que el sólo hecho de hacerlo por ese motivo se lleva la alegría de sus corazones.
Silencio!!!!, que ahí la veo llegar a ella con sus balas y flores sin temor a presentar batalla, empuñando el escudo del amor y de a poco yo me noto coqueteando nuevamente con ella.
Como dijo “fitito” la música es la reina madre y ya no se hable más!.
Un día cualquiera, en algún lugar nos encontraremos y nos daremos otra oportunidad.

Y esa es la tristeza que la maga reconoció en mi hace ya un tiempo atrás.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Mi homenaje…

Y la vida dijo: Basta para mí!.
Y cuando al fin creíste que ya no quedaban lágrimas por brotar, la vida te sorprende con la tragedia, ¿y ahí que es lo que pasa?.
Puedo contarle sobre flores, plantas, autos y decirle que todo aquello me gusta, pero prefiero hablar de otras cosas…
Un sin fin de recuerdos y anécdotas brotaron de mi cabeza y no me dejaron dormir. Trepe al techo de mi caza y comencé a fumar (seria el desenlace de una larga noche de fumar como defensa del cuerpo y de la mente).
Mirando la nada a lo lejos, me puse a pensar como es la soledad en la ciudad y traté de entender como fue que decidiste eso… pero nunca podría pensarlo tan real, seguramente contigo te llevaste unas hermosas melodías que ocultaban tus ganas de gritar. Buscándote en el viento, soñándote despierto, pensándote en el tiempo, ¿Quién sabe donde estarás?.
Entre las grandes cosas que hiciste y dejaste, fue a un amigo de verdad. Arquetipo de vivir en soledad, pero siempre quitándote una sonrisa (es como te recuerdo)… aquí va mi homenaje.

Ofrenda (esperando que el destino nos junte)


A través de un vidrio empañado veo llover,
es muy grande mi pena y se que no vas a volver.
Paso toda la noche llorando tu ausencia,
y busco encontrar la forma de hacerte una ofrenda.

Aunque hoy no estés aquí, aun vive dentro de mí.
Es mi deseo que sepas que no olvidare tus lecciones de grandeza.
¿Cómo hago para tenerte?,
si la vida es tan cruel que nos deja sin tu presencia.
¿Y a donde es que vas?.
¿Por qué no te podes quedar?.
¿Qué es lo que hay donde vas?.

Espero que donde quieras que estés, sea mucho mejor,
desde aquei estare esperando reunirme contigo

cuando lo dicte el destino.

Esa poesía la escribí en 2003, es mi homenaje a Miguel Ángel Pesce. Que en paz descanses y espero que hayas encontrado la luz que necesitabas.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Aquella maga…

Hace poco alguien me preguntaba si creía en la felicidad. ¿Cómo puedo creer en lo que pocas veces viví?, pregunté. Reconozco que la conozco, más allá de cualquier circunstancia personal. No es cuestión de creencias. Aunque el ser humano sea especialista, también, en inventar su infelicidad (entre ellos yo).
Una personita, una verdadera maga, aunque ella no sea consciente de ello, y créanme que más de una vez la he visto cambiar el mundo varias veces en una sola tarde, que he reconocido hace poco como tal, o hace mucho, o desde siempre, en fin, me decía que no le gustaba esa tristeza que veía en mí. No supe decirle, en ese momento, que era una inmensa y profunda alegría lo que sentía, de estar allí, compartiendo ese instante junto a ella, debatiendo, intercambiando experiencias, aprendiendo.
Esa felicidad que somos es la piedra filosofal definitiva, la quinta esencia, el santo grial, la fuente secreta, privada y universal a un mismo tiempo y espacio, de toda transformación. Descubrirla supone tener la varita mágica con la cual podemos convertir todo en algo lindo y hasta a veces útil. El camino del alquimista pasa, antes que nada, por hallar en sí mismo ese manantial sagrado llamado piedra filosofal.
Cosas muy lindas he aprendido
, hace poco aprendí que generalmente mi tristeza, viene a señalarme en qué me equivoco, para poder enmendarlo y seguir así expandiendo mi consciencia, aunque también reconozco que más de una vez no suele pasar eso.
Acepto la tristeza que esa tarde la maga creyó ver en mí.

Pero ya les contaré de ello más adelante…

sábado, 13 de septiembre de 2008

el regalo inesperado...

Una chica de ojos claros y, con la que apenas (en ese momento) intercambié dos charlas bastante rápidas, me regaló un libro de poemas de Carlos R. Agüero, diciéndome que tenia ganas de que lo leyera. Me pareció algo importante y misterioso. Y como sé que los desconocidos traen siempre mensajes secretos y a veces decisivos... pensé en silencio, agarré el libro y lo abrí al azar. Entonces leí:

Anoche soñé contigo…
recostado en tu pecho,
manos sedosas acariciaban mi pelo,
y una voz dulzona susurraba una nana.
Fue un sueño dorado.
Un cielo azul luminoso de estrellas.
Fuiste solo mía.
Compartida con nadie,
acurrucado, mi cuerpo,
disfrutaba el mimarme.
Desperté relajado y feliz,
sin dolores ni tiempos.
Sólo un apuro latía y latía…
quería correr, gritar y abrazarte,
confesar que en la triste locura
a que me obliga la vida,
siempre estaré a tu lado,
mi vieja querida.

Corrí a abrazarla y darle un beso… también le dije cuanto la quiero…

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Soledad…

Yo no digo nada últimamente, pero ya no quiero tampoco impedir que nada sea dicho. Cada vez me gusta más estar vivo (pero reconozco que hay días y a veces meses que no).
A veces estoy feliz, otras triste. Son estos, estados de ánimo cíclicos y efímeros debo reconocerlo.
El otro día recordé que hasta hace un tiempo, la mayor parte de mi familia pensaba que yo buscaba y quería reafirmar mi ego contra el mundo, que sólo era un nene chiquito y “mimado” que quería llamar la atención o que tenía una suerte de espíritu “cheguevarista” de querer cambiar el mundo. Y sin dudas hay mucho de verdad en todo eso, aunque como en todo, nunca lo sentí así. A veces pienso que en realidad estaba intentando saber quién era YO, por qué estaba acá, cuál era mi misión; y para ello hubo un tiempo en que quise alejarme, interiormente, todo lo que pudiera de mi cultura, de mi entorno, de mi familia, de mis amigos, tratar de alguna forma de entender el mundo que los humanos habían creado, y que para mí aún hoy me parece extraño y limitado en muchas cosas.
Aprendí a ser una estrella (aquella que vio a aquel viajero solitario) y a ser un mendigo. Aprendí a invocar aliados (aunque no siempre acudieron), aprendí también a competir contra mí mismo, a matarme, a volar, a estar en más de un sitio a la vez, a viajar tan rápido que la luz, a ver todo lo que quisiese, siempre, de forma nueva y distinta, y aprendí poco a poco a sentirme bien en mi soledad. Y entonces comencé a crear el universo, a saber que, como vos, soy el sumo hacedor de todo cuanto existe y quiera que exista.

Pero aún tenía que lidiar con esa soledad. Sin embargo, junto con ella, hallé uno de los más hermosos regalos que la providencia me ha dado, en ella descubrí que la soledad es casi siempre ilusoria. Con ella comencé un viaje iniciático, a través de todas las sombras, abismos, temores, ilusiones, luces, vendavales, y alegrías, en busca de una suerte de santo grial. Y allí encontré que todo es tan real o irreal como estas palabras que lees ahora mismo.
Ahora, siempre que alguien me viene con un planteo de cualquier índole, con una duda que le provoca ansias de saber, con una situación de mierda de la que no sabe salir, le recomiendo (si esa persona vale la pena) un ejercicio que para mí fue decisivo, y que desarrollé a partir de mi soledad y mi profundo desarraigo interior.
Es un camino largo, pero de forma sencilla y con imaginación, se puede hacer en un instante.
Si te sentís muy sólo no huyas de tu soledad, no te juntes con gente que no te entiende, no empieces a hacer cosas que no te gustan sólo para transitar un sendero esquivo a tus ansias, no te conformes con una relación que no te hace abrirte, descubrirte, y evolucionar. Tampoco la asumas.
No es cierto que todos nacemos solos y morimos solos, o quizás es cierto, pero no de la manera en la que se suele decir, porque llevamos con nosotros el universo entero, y a todos los seres que han existido, que existen, y que existirán. Mirala de frente a tu soledad, saltá al vacío aunque tengas vértigo y miedo, adéntrate en ella (y con ella), y salí por el otro lado. Allí, amigo, amiga, estamos todos.

Digamos: - Hola!.

En latín soledad significa con el sol adentro.

sábado, 6 de septiembre de 2008

El lobo de mar…

Aquel viejo lobo de mar lo vi, en la taberna de aquel antiguo y olvidado puerto, y es que en esos lugares es donde comienzan las historias verídicas. Naufragó en un baso de escocés bien añejo y fuerte, el barco en el que iba a viajar ya partió (yo vi como lo dejaba ir), se quedó bien solo (como ya era costumbre). Y pidío un trago más, para llorar en él, historias locas de tempestades, de amoríos, de naufragios, de despedidas, de soledades, de sol, de calor y de puertos.
En su pecho hace muchos años se hizo tatuar a su fiel amor, que desde entonces nunca lo dejó ni lo dejará.
Y con su ronca, vieja y hastiada voz canta una canción que sólo canta él y que sólo él conoce y es para aquel amor. Esa canción resultó (para mi) una suerte de pentagrama que sólo él conoce, que sólo él sabe, que nadie podría interpretar.
Y vaya si su melodía era linda, sus voz, su canción, todo retumbaba en aquel bar, las charlas se interrumpieron, lo único que sonaba era su canto, todos observábamos, la mayoría con desagrado, yo lo miraba con cierta admiración, con agrado, con alegría, con esperanzas. De repente se paró y comenzó a bailar.

Baila, baila viejo lobo de mar, baila para ella, baila viejo lobo de mar para nosotros.

Y yo me encontraba en un lugar un poco obscuro de esa taberna y lo veía bailar tan feliz, como si ella estuviese bailando con el.
Su canto acompañándolo con aquel ritmo que marcaba sus días de dolor, de angustia y de mucho penar. Por momentos, parecía que lentamente se alejaba de aquella taberna, y fijo su mirar en ese faro que acompañó su vida, que iluminó las olas del mar, ese testigo de que sufre y que ama en sus noches de intenso pesar. Por breves instantes su luz daba hacia la taberna y acompañaba el bailar del viejo lobo de mar, es una imagen difícil de olvidar esa. Yo lo seguía mirando, anonadado, con gran admiración e intentaba comprender sus silencios, más aun los silencios de su corazón, pero siempre oyendo la hermosa canción que no dejaba de cantar y esa sonrisa que sólo brota de la felicidad.
De repente ese viejo lobo de mar se volvió hacia mí, yo temblaba (cosa que no es rara en mi) y sin saber que decir sólo espere a que se acercara, cuando finalmente estuvo cerca, muy cerca de mí, sonrió aún más, y una vez más enredado en sus silencios, como atado por un ancla se fue perdiendo en la inmensidad de esa noche, esa noche que lo observaba, como lo hacíamos todos en aquella taberna olvidada en aquel viejo puerto.
El puerto quedo aislado de la taberna, y la taberna de mi, y el viejo lobo de mar de los que allí estaban, no podría ya olvidar su mirar, su bello cantar, me sería inútil querer borrar esa melodía que llevaba aquel lobo tan dentro de su ser, una sonrisa me nació del corazón.
En un instante sin saber como, estaba perdido en la inmensidad de ese muelle, observando aquellas sombras que creaba el farol que marcó sus días, que sabe de sus historias, de sus amores y desamores, que sabe tanto de aquel personaje, miraba atónito las olas que marcaron la melodía de su vivir, de su andar… y de su canto.
Aquel viejo lobo, se perdió en la noche como un barco en un naufragio, y mi ser con él, más me encontré naufragando, abrazado a mil olas oyendo su canción, el faro iluminó por un instante mis pupilas y al irse su brillo, la sombra de ese viejo lobo emergió buscando a su único amor….

Baila, baila viejo lobo de mar, baila para ella, baila viejo lobo de mar para nosotros.

Ya nada podía ser tan perfecto, de eso puedo dar fé, de repente, un paso en falso y la caída fue inevitable, su cabeza fue a dar contra el piso de aquel lugar, la sangre no tardó en derramarse, todos se levantaron a ayudarlo.
Tomé mi abrigo, me puse mi sombrero, me levanté y fumando me fui, no soporté tan terrible final.
Seguramente, con su amor se encontró, a decir verdad, eso espero…

Que así sea.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sobre campeones…

Otra vez volviste a ganar, a pesar de que te pidieron mil revanchas, el resultado fue siempre igual, y enseguida los fuegos artificiales y las vengalas iluminaron el cielo, las multitudes gritando tu nombre al unísono, banderas con tu nombre, con tu cara, con tu apellido, parece la imagen de un estadio que está pronto a caerse y así la noche se hace día y aun no entendés donde estas parado…
La enorme maqueta fue apagando sus luces, y en tu mente los campeones que no pueden parar y gozan a los que están del otro lado del vidrio, mientras afuera están esperando los que han perdido. Pero tu mirada no fue la misma… Preferiste irte a dormir, pero los ruidos de los festejos no te lo permiten, de tus ojos una lágrima cayó.
Tu vida siempre fue de ese modo, te acostumbraste a ganar todo lo que te proponías, pero te hallaste solo y no soportas seguir con esa función teatral, allá afuera fue una fiesta, fue un espectáculo, allí adentro, un telón se cerró.

A juntar los puchos, los restos de comida y las copas, a limpiar el piso y barrer bien, a bajar las persianas y apagar las luces, se acabó la fiesta y ya es en vano pedir revancha...
Mientras afuera siguen las vengalas, los fuegos artificiales, las banderas y los gritos, todos vacíos, todos retumban en tu cabeza.

sábado, 30 de agosto de 2008

La fiesta… (para pocos)

Llegué a aquella fiesta casi sin interés, aunque la invitación me la habían hecho hace ya un tiempo atrás… más que una fiesta me parecía un velorio, a pesar que la gran cantidad de gente allí presente la pasaba bien.
Me tome el trabajo de tomar una botella de vino y sentarme en un costado a observar bien ese extraño evento. De repente me di cuenta que, entre la paja que tenía y el vino que ya se había bajado misteriosamente a la mitad, el tiempo se hacía eterno, así y todo noté que un watu estaba de choreo, casualmente una billetera fue a parar a su mochila. De prestado llegué a ese lugar, así que no se por que no le advertí al dueño de la misma, andate a la concha de tu madre!, pensé.
Todos somos emigrantes y en esa fiesta uno ya estaba envaselinado… vaya a saber cuantos más seguirían.
La mesa estaba chorreada con cerveza, tenía restos de lo que fue la comida (al decir verdad nunca pude descifrar que se comió en ese lugar). ¿Quien puso la mesa?. Sin lugar a dudas era un desastre. No terminé de pensar eso que se me acabó el vino… la puta madre!, quiero más!!!!. Utilice mi astucia visual, pero nada hallé…¿Quien esconde el vino?, proferí en voz bastante alta, y de repente pase a ser el centro de la fiesta… Acá tenés una botella sin abrir me dijo “uno”. Y todo siguió…
Al rato una chica muy atenta me trajo una porción de torta…¿Cómo comer el postre cuando no hay cuchara?... en fin esa porción se mezclo con los restos de cerveza y “comida” que había sobre la mesa…
Esa gente no podía lo posible, esa gente no pedía lo imposible tampoco, para colmo el invierno es caluroso y la humedad esta nos mata. Entonces entendí que los caballos regalados siempre muerden y que diosito ayuda a los que nos madrugan. Pero estaba todo bien, no pasaba nada, todo era alegría, todo era conmovedor, esa imagen comenzó a girar en elipse… quizás mucho alcohol por hoy.
¿Quién escupió el vino?, ya hastiado pregunte, y al ver que todos se rieron, pensé que ya era el momento adecuado.
Hijos de las grandes y muy felices pascuas, de las piñas por la espalda, me sentía ninguneado, más bien forreado diría, en mi entornos solo había tetras idiotas, masticados, mal dormidos, mal cogidos.

Tomé mi campera y me fui, pues esa fiesta no era para mi.

NOTA: cuando llegué me faltaba la billetera también…

miércoles, 27 de agosto de 2008

Renunciar a la razón…

Al renunciar a tener razón surge una extraña y loca (a veces linda) paradoja. Extraigo placer del sufrimiento. Y el tiempo que pienso que he perdido... lo he ganado.
Alguien escribió que la verdad es el mejor camuflaje porque nadie la cree. Así, al disfrazarme de mí mismo, queda oculto lo que soy, lo que todos somos. Y sólo quien acepta el disfraz como la imagen verdadera, se encuentra consigo mismo. Aunque no todos lo advierten y a veces hay que temer de aquellos que lo hagan.
Todos somos reyes, reyes en nuestra vida, que tenemos el poder y la visión sobre ella, aunque se complique más de una vez, aunque no halla ni reino, ni castillo, ni ejercito que nos defienda.
Pero también tenemos esa cualidad, si la descubrimos, de ser todos magos, porque somos los creadores de la "realidad", del mundo, y de ser conciente de que uno crea su propia vida a cada instante y a cada momento, y que toda palabra, todo acto, todo encuentro, toda circunstancia, se puede transmutar en lo que uno desee. Se crea (creamos) una ilusión sin aportar consciencia de la ilusión que nosotros mismos siempre creamos!.
La magia es lo único "real", es la naturaleza misma de la vida. El "adulto", no consciente de la magia, no habiéndose convertido en mago, inventa una historia fantástica en la que él mismo no cree, como consuelo muchas veces.
Y sin embargo, la verdadera magia, una vez descubierta, no se puede perder ya nunca, ya no hay vuelta a tras, es oxidarse o resistir, sin solución ni respuesta.
No hay desilusión posible porque uno es consciente entonces de que todo es ilusión, y uno sabe cómo crear sus propias ilusiones (es el principio de los soñadores). Las ilusiones no son historias para ir a dormir bien, es una revelación y una herramienta para despertar bien (en cualquier momento del día).

Y legará el día en que os digáis: "¿Qué pedir si ya soy todo?"… y ese día…

viernes, 22 de agosto de 2008

Contradicciones…

Entre lo que escribo está lo que no escribo, un secreto indecible que sólo algunos de los iniciados reconocerán. Pero, ¿sabes algo?, no es necesario que seas un iniciado para hacer que cualquier idea de vueltas con “vos” en armonía y paz en tu cabeza. Incluso ese ilusorio desacuerdo que a veces sentís, si trascendés la reacción y la racionalidad, puede ser un regalo maravilloso, una explosión que te impulse en otra dirección más linda para vos.
Un mago debe ser capaz de transformar todo en una aventura decisiva. Para un mago ninguna experiencia es negativa. Por eso no esta mal ser un mago con uno mismo, realizar magia y lograr un cambio.
Contradecirse sin miedo, sin vergüenza, es un síntoma de salud mental. Cuando el intelecto no nos domina, actuando de “contralor” interno, impidiendo que expresemos el cambio continuo (y maravilloso) que somos (aunque a veces no). Uno debe muchas veces contradecirse si quiere ser honesto y fiel a sí mismo en cada instante, a cada momento. A veces nos dicen, con un tono de decepción: -"Cómo cambiaste che!". Y deberíamos contestar: "¡Gracias!". Yo lo hago al menos…
Por ese miedo al inevitable cambio, por ese afán de creer que uno anda por terreno conocido cuando todo es, por naturaleza, siempre desconocido, por ese querer resistirse al precipicio y sentirse “acorralado”, la mayor parte de las personas, aún, prefieren percibir la contradicción como un “defecto”, un síntoma de no ser sincero, de mentir, de no ser íntegro, algo que vigilar en los demás y en uno mismo. A veces me pregunto: ¿Con qué fin?… aunque no lo niego, lo he hecho yo también y muchas veces.
De hecho se dice "caer" en una contradicción. Cuando lo que sucede es que uno se eleva en una contradicción, o más bien se traslada, o cambia de nivel de consciencia o punto de vista o evoluciona, o simplemente cambia... como vos quieras interpretarlo.
Como "vos", soy absolutamente libre para contradecirme. Ya no soy el que hablaba ayer, ni siquiera el que hablaba hace un minuto, ni el que empezó a escribir esta frase. Mis palabras de ahora no pueden compararse con ningunas. Porque el que habla ahora sólo existe ahora, y jamás dijo nada antes, ni lo dirá en un minuto...

miércoles, 20 de agosto de 2008

Verdades…

Es verdad que algunas canciones hacen llorar,
es verdad que se puede reír en una despedida,
es verdad que puede nevar eternamente en uno,
es verdad que existen los sueños cumplidos,
es verdad que existen la tristeza y la locura,
es verdad que la vida es cíclica,
es verdad que se puede esperar esa llamada que nunca llega,
es verdad que hay canciones hechas por amor,
es verdad que existís,
es verdad que duermo contigo,
es verdad que te siento cerca a veces,
es verdad que las cosas más diferentes son idénticas,
es verdad que los reflejos que veo son lágrimas,
es verdad que el amor existió un día,
es verdad que en los sueños somos algo más,
es verdad que nunca se quiere los suficiente...

Es verdad…

Es verdad que no me animo a decirte te quiero,
es verdad que te tengo miedo,
es verdad que vos no pensás en mi,
es verdad que existo,
es verdad que los sueños pueden cumplirse,
es verdad que muero por tenerte,
es verdad que muchas veces te hablo y no me respondes,
es verdad que a veces te espero,
es verdad que tal vez no leas esto,
es verdad, todo eso es verdad…
Es verdad que esto que escribo no sabes que es para ti…

sábado, 16 de agosto de 2008

Sobre enojos…

¿Qué es morir sino perder el "yo", la memoria de "nuestra" vida?.
¿Qué vida decidimos vivir?. ¿Qué historia nos estamos contando, escribiendo o inventando?. ¿Qué mundo creamos al levantarnos cada mañana?...
Cuando nos enojamos mucho con alguien se abre una puerta en nuestro interior y se enciende una pequeña lamparita, esa puerta nos conduce a un lugar insospechado en nosotros, un lugar que debemos conquistar para enfrentarnos de lleno con lo que somos.
Uno siempre se enfada uno mismo, con esa parte suya con la que está en pie de guerra. Esa parte que no comprendemos, que no nos animamos a explorar, que nos da vergüenza, miedo o como queráis llamarlo.
"El otro" siempre sos "vos". Si aceptas en ese "otro" lo que te enoja o molesta, si aprendes también a quererlo, a comprenderlo, entonces descubrirás que al enojarte o molestarte sólo te escondías de vos mismo. El enojo, en el fondo, es un acto altivo en el que uno se pone a sí mismo por encima de la persona con quien se enoja. Para huir. Para diferenciarse. Para sentirse ajeno y superior (o impotente) a lo que detesta.
Podes quejarte, desahogarte, llorar, expresar tu enojo, tu indignación, putear (nunca esta de más), patalear, vomitar todo el veneno que deseas hasta que la herida quede aparentemente limpia. Es una opción, y desde cierto nivel de conciencia, a veces, es menester y sumamente aliviador. Porque es más saludable que callar o disimular. Creo que las ulceras se reducirían un 50% si muchos se propusieran a hacer eso mismo.
Pero también podes respirar hondo, muy hondo, hasta lo más profundo de tus miedos, de esos abismos, cerrar los ojos, y ver qué viene a decirte ese enojo acerca de vos mismo.
Y ¡Eureka!. Desde esa humildad siempre se halla un tesoro. Reconozco que muchas veces es muy difícil y no es fácil llevarlo a la práctica, aún hoy me lleva mucho trabajo.
Uno no puede controlar lo que "el otro" hace o deja de hacer. Lo único que puede uno decidir es qué hacer ante y con ello. Y si aprendemos a utilizarlo a nuestro favor, descubriremos a un maestro detrás de todo aquel que despierte nuestro enojo.
Yo agradezco profundamente mi encuentro con todas las personas con las que me he enojado en toda mi vida. Gracias a esas personas aprendí en buena parte a hacer las paces conmigo mismo.