Hace unos días me enviaste un mail que decía: Hablanos de vos, de tal forma que tengamos un buen sentido de quién sos, para ello tenés que usar sólo 500 palabras:
Desearía que me hubieran preguntado eso dos años atrás por lo menos, en fin. Les podría haber dicho exactamente quién era, quién iba a ser. Hace dos años lo sabía al menos y, la cuestión es, que estaba en lo correcto (al menos eso pienso ahora). Los planes son como “caramelos” para lo Dioses del destino. La única cosa de la que podés estar seguro es que nada va nunca de la manera en la que te lo imaginas. Ya me debería haber acostumbrado. La cuestión es que no sabes cuando todo con lo que contabas se podría destruir -sin importar cuan sólidos sean los cimiento que creaste-. Los cimientos se rompen, todo cambia, especialmente cuando crees que estás seguro y que todo va bien. Para ser justo, si yo fuera uno de los Dioses del destino y estuviera viendo los mejores planes de gente “tonta” probablemente vería el mío y también desearía destruirlo.
¿Querés saber de mi en 500 palabras?. Me asusto a veces de la vida y también me decepciono bastante. Tengo muchas dudas y adoro salirme con la mía (cuando eso sucede). No me gustan los cambios bruscos, pero sé que de cierta forma me favorece y es inevitable, así que trato de aceptarlo de la mejor manera posible.
Sí, las cosas pasan -cosas que no esperas- o querés o te gustan. El mundo se mueve y vos te convertís en alguien que no esperabas ser. Y ahí estás, en tu ropa, tu música, en tu vida, en como hablas, en todo, éste es mi futuro, este soy yo.
Y acá estoy yo, hablando de mí en 500 palabras, sólo para demostrarme que puedo, aunque a veces las palabras se “cuelgan” y no le dan el sentido que esperás que le den a lo que escribís. No quiero adjetivar de más (aunque a veces me sale), me gustaría poder abrazar más como hacía antes, decir más seguido “te quiero”, tener esas locas ilusiones que me hacían sentir una mejor persona, pero ya ves, no es lo mismo, todo cambia dijo Mercedes Sosa…. menos ella.
No quiero ser prolijo sólo para gustarle a los demás, no quiero andar midiendo mi léxico sólo para no parecer extraño, desconfío de los médicos, y de algunos ingenieros, quiero tener pocas cosas, pero quiero las que tenga/o, Espero siempre al mes de octubre, ya que en el encuentro las esperanzas que siempre me faltan.
Este soy yo y quiero cosas que no imaginaba querer hace un tiempo atrás. Quiero las posibilidades que una vida suburbana me puede ofrecer. Un lugar para crecer, para conocer gente nueva. Un lugar para sorprenderme cuando la vida resulte ser nada de lo que yo esperaba. No quiero tu dinero, yo me lo puedo ganar si se me da las ganas, yo no quiero creer lo que me dicen los diarios, yo sólo estoy empecinado en creer que existe el amor a través de los años.
Uno tiene que estar agradecido por eso - En perfecta paz-.
Nunca te lo respondí, de todas maneras se que lo vas a ver por aquí.
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