miércoles, 30 de diciembre de 2009

Fin (¿?) de año…

Mientras los vecinos se abarrotaban en las terrazas a gritar y tirar fuegos de artificios, mi mirada quedó clavada con rumbo sudoeste observando el cada vez más pobre espectáculo de pólvora iluminando el cielo y aumentando la entropía del universo, mientras las copas rechinaban quejándose de tanto brindis, la música resonaba tan fuerte que el Nivel de Presión Sonora estaba muy por encima de los 85dB saludables (o no tanto) que una persona puede admitir.
Con mi copa de champagne, sentado en el tanque de agua, me quedé un segundo pensando en lo que fue este año… ya sabrán ustedes como son esos momento, parece inevitable no hacer un pequeño balance de cómo fueron las cosas, el tema es que ese balance no se prolongue en tiempo y forma, sino ahí si que cagaste la fruta. La verdad que no pude definir como quedaron las cosas en la balanza, a decir verdad tampoco ahora lo sé muy bien. Este año tuvo cosas poderosísimas, muchos adioses, un título bajo el brazo, el regreso en forma de demanda de un accidente pasado, la ilusión apostando a realizar un viejo sueño, varios escombros e incendios, la esperanza de ir a las sierras en este verano, las ganas locas de volverle/te a hablar y explicarle algunas cosas y la esperanza que este bicentenario sea mucho mejor con todo lo nuevo que está por venir.
Le apuesto un pleno a estos días a estrenar, rogando que no se cumpla eso de año nuevo, infierno nuevo.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Juego de palabras (con los amigos)…

El estudiar nunca le alcanzará.
Olvidarte es morir.
El dinero no dá la felicidad.
Si usa un celular, está sometido a ondas electromagnéticas.
Ser objetivo es una medida de la pérdida de fé.
Los celos son síntoma de inseguridad.
Si usted sabe demasiado, será envidiado.
Ser sincero enmudece la verdad.
Para los sueños y los deseos el único límite es el cielo.
Respirar oxida.
Fumar trae cáncer.
Todo extremo es malo.
Comer queso trae colesterol.
Los sueños son reflejos del inconciente.
Si maneja, aumenta la entropía del universo.
Amar trae SIDA.
El meo mata.
Respirar poluciona los pulmones.
Hacer deportes aumenta el tamaño del corazón: riesgo de infarto.
Todo accidente es evitable.
Mirar envejece el nervio óptico.
Lo dulce dá caries.
El alcohol reduce al hígado.
Todo lo que le guste terminará matándolo.
La belleza dá pesadillas.
Lo que no te mata te hace más fuerte.

Nota: esto es el resultado del método de asociación libre que practicamos de forma escrita al comienzo del otoño con mis amigos Germán y el Tony.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Milagros V…


Me llamó temprano, tipo 9 hs. diciéndome que tenía ganas de verme, fijó al Paseo la Plaza como punto de encuentro. La verdad es que nunca supe como decirle que no tenía ganas. A las 17 hs. puntual, estuve en el lugar, ella llegó con su auto y me subí, para variar fuimos a parar a Aeroparque…

-Hoy no dijiste más de diez palabras. Me dijo.

-Es que no quiero arruinar el momento, respondí.

-Siento últimamente que te estás despidiendo. Dijo con firmeza.

Jamás pude responderle, noté que su cara iba cambiando de forma acelerada, ¿pero qué podías hacer?, yo estaba pensando otras cosas.

-La verdad que lo tuyo es increíble, me dijo y agregó: no puedo creer como alguien como vos arruine lo que tanto espera… todo lo que tocás lo destruís nene.

-¿Qué pasa?, le dije de corazón.

-Eso pasa, todo lo que tocás lo destruís. Tus relaciones, tus sueños, tus amistades, tus proyectos, tu vida, todo destruís… ¿querés destruirme a mi también?.

-¿Qué pasa?, fue lo único que se me ocurrió decir.

-Eso pasa, que todo lo que hacés está mal, tu eterna lucha con la melancolía, tu forma de actuar y de proceder. ¿No te das cuenta qué está mal?. ¿Nunca pensaste qué si estás así es por vos?. Hace rato que quiero que te des cuenta que me importás, pero al parecer a vos te da igual, total, la vida sigue para vos, mañana vas a sufrir de vuelta y el círculo vicioso en el que vivís va a estar igual, de la depresión al insomnio, del insomnio a la rutina, de la rutina al escabio y así estás, así vas a estar, ¿y sabés algo?, te lo merecés. Me gritó mientras lloraba.

-¿En base a qué hablás de mi melancolía?. Interrogué.

-Vamos Roberto, sabés muy bien que sos un sadomasoquista con ese tema, parece que te regocija hundirte en el pasado y dar vueltas siempre con lo mismo… ¿qué hubiese pasado si pasaba esto o aquello?... ¡y claro! Siempre con adornos dialécticos, total eso queda bien y hace que sea más suave todo… el tinte romántico hace que lo que pensás sea creíble, ¿pero sabés algo?, ¡me harté!. Me harté de tu forma de hablar, de tu forma de pensar, ¡de tu forma de maquinarte boludeces flaco!. Sos un joven sólo por fuera loco. Existe el futuro también, ¿sabías?.

-Pará loca, acá pasan otras cosas ¡eh!, ojalá algún día puedas conocer mucha gente con un punto de vista diferente, dije, mientras ella miraba por la ventanilla.

-Me importa un carajo lo que pasa acá, bajate del auto, me dijo mientras revoleaba unas hojas manuscritas.

Con toda la impotencia del mundo y sin poder frenar lo inevitable, tomé las hojas, me desabroché el cinturón de seguridad y dí un portazo… así fue nuestra despedida.

Un viento llevándose tres, quizás cuatro hojas y ella saliendo derrapando de aquel estacionamiento fue la imagen de aquel momento. Y como siempre supe que lo haría, la dejé ir.

¿Qué culpa tenía ella si no la supe querer?.

En aquel cofre de los recuerdo, guardé la foto que le había tomado en Tandil.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Puntos…

Hay puntos calientes y puntos fríos, a veces también te ponen los puntos ¡y mamita!, ojalá no se ponga fulera la cosa. Otras veces hay puntos finales, de este tipo algunos son rotundos, otros duelen, algunos se olvidan, otros resuenan como portazos y otros parecieran no haber existido nunca, pero que los hubo, los hubo che, a mi no me vengas con ese verso de que no existió.
Algunos puntos son seguidos, para separar algo, para respirar un poco, tomar ese aire necesario para seguir, pero siempre es un punto. Hay otros puntos que son como una pausa larga, un leve letargo, son los puntos suspensivos, es un espacio y tiempo indefinido, a veces recurrentes, otras veces necesarios, ¿quién sabe para qué?. A la vez existen puntos exactos que no son iguales para todos pero si para uno, cito como ejemplo el punto justo de soda, el punto justo de whisky, que más que punto es una medida generosa… a decir verdad no se si vale como ejemplo, pero el que escribe soy yo y es lo que se me ocurre a las 3:52 hs. mientras fumo este cigarrillo.
Después están los puntos alineados, de estos prefiero los dos puntos, ya que estos conllevan a un desenlace (esperado o no), que a uno le puede agradar o le puede generar distintos matices de sentimientos, a saber: broncas, odios, amores, espanto, lujuria, placer, estupor, agrado, etc.
Pocas veces pude describir la mezcla de un punto con una coma, ya que se utiliza cuando se requiere una pausa superior a la de la coma e inferior a la del punto, de todas formas tiene un punto, pero no es un punto común ya que su existencia está ligada a un signo distinto al de su clase. Recuerdo vagamente una escritura mía de mis épocas de adolescente estudiando en la secundaria donde dediqué un párrafo entero en prosa a un dichoso punto que estaba en el pizarrón del aula y que se mantuvo solemne y resistió borronazos de forma estoica por al menos tres días (entiéndase que soportó tres turnos: –mañana, tarde y noche-).
Observando bien, algunos signos (exclamación e interrogación) se aliaron con los puntos para ser uno en si y no en otro. Rencorosas las letras que para no ser menos, buscaron una alianza con los puntos y así apareció la “u” con dos puntitos arriba y de esta forma nació la diéresis, sino no podríamos decir antigüedad o agüita, por citar dos ejemplos de su uso.
Increíblemente todo está hecho de puntos, una recta por ejemplo es una sucesión infinita de puntos, pero yo les pregunto; ¿acaso ustedes ven puntos en una recta?; ¿o más bien ven una infinita sucesión de líneas cortas?. Al fin y al cabo en matemática el igual vendría a ser el dos puntos…
Demasiado derrape por hoy, creo que siendo las 4:10hs. es momento de poner un punto final a este ensayo, quizás ustedes tengas más respuestas que yo y eso es totalmente válido, si quieren y se sienten en la necesidad no duden en decírmelas, sino, hablen con sus allegados sobre este tema y no teman cuando los miren de forma extraña, pues quizás ellos no tienen la capacidad de razociño que tenés vos y que tengo yo, o que tenemos ambos ya que si estás en algo de acuerdo conmigo al respecto, nos hemos convertido en cómplices.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Paranoia…

Luego de una maratón de estudios y de una charla de recreo, miró la hora y decidió que debía marcharse, ya el sólo pensar en tomar esos dos colectivos para retornar a casa se le hacía una idea pesada, máxime siendo las dos de la mañana y el cielo cubierto por completo por nubes que presagiaban lo peor.
Ella por su parte quiso poner un granito de arena y le pidió que vaya en remis al menos hasta la avenida que divide la Capital Federal del conurbano bonaerense, obviamente el fiel sus hábitos nocturnos y acostumbrado a su corto presupuesto, se negó rotundamente. Pero de nada sirvió, ella en un acto de extrema nobleza llamó a la agencia y le pidió un coche. Por otro lado él se enojó, ¿pero qué podías hacer?.
La brisa era leve y amena y los sorprendió gratamente mientras se sentaron en uno de los escalones de la escalera mientras charlaban y esperaban a aquel automóvil, se rieron bastante, aunque el cansancio se hacía sentir, empero la pasaron bien igual, de la nada el sonido de un motor, ambos se pararon y se dirigieron hacia la puerta… sonó un bocinazo anunciando que el remis había arribado a destino, ella insulto por lo bajo… era tiempo de partir…
Se despidieron con un beso y un abrazo, y él se subió a aquel Polo Classic blanco que estaba con las balizas puestas, saludó al chofer y le indicó el destino. De forma inesperada, el chofer le comenta que va a doblar para poder tomar otra calle, esa acción le pareció extraña a él, sin embargo dijo que no había problema.
Doblaron a la derecha, hicieron una cuadra y volvieron a doblar en idéntico sentido, de golpe un frenazo, el chofer se da vuelta y dirige su mirada hacia la parte central de la consola que divide los dos asientos de adelante. Toda la vida de él se detuvo en ese momento, no pudo evitar pensar lo peor, máxime sabiendo como están las cosas en el partido de San Martín con los secuestros y los robos…
Grata sorpresa se llevó cuando pudo darse cuenta que el frenazo fue por un lomo de burro y que el chofer buscaba su billetera.