sábado, 14 de junio de 2008

La historia sin fin…

En algún momento un hombre tirano, obligó a otro a que trabaje para él, a cambio de dinero para de esta forma “poder vivir” sin tener que trasladarse de un lugar a otro en busca de alimentos. Seguramente este mismo construyo un hogar y el pobre trabajador soñó con una casa igual, de este modo trabajó más aún.

En el tiempo de descanso, seguramente conoció a una mujer y se enamoró de ésta, al tiempo habrá tenido hijos y tuvo que esforzarse trabajando aún más para mantener la casa, su mujer e hijos.

No pasó mucho tiempo hasta que se invento la propiedad privada, muchos soñadores creyeron en ella y siempre existió aquel comerciante que veía el negocio en los sueños ajenos. Y todo esto se convirtió en una obligación cultural con el correr de los tiempos…

Colorín colorado, esta historia nunca se ha terminado…