Me resultaba complicado el abstraerme de mi realidad para ponerme en la suya. Pensaba que era casi una entelequia. Mi cerebro llega a comprender que haya gente así, pero no era una idea sencilla de aceptar ni siquiera adivinar cómo serían en sus vidas, en sus relaciones, en sus trabajos.
Pero he conocido a unos cuantos. Es extraño, créanme, es la verdad, pero sigo pensando que hay algo raro en ella. No tan raro como esperaba a priori. Yo que, a juzgar por algunos comentarios que me dijeron, los imaginaba como gente que se proclamaban a sí mismos mejores y mucho más interesantes, que nos miraban con condescendencia y desdén.
Raros en el sentido de ¿cómo lo harán?. Siempre me pregunte si ella es feliz con su estilo de vida. También me llama la atención como algunos la siguen y no se dan cuenta de algunas cosas de las cuales yo si me di cuenta a tiempo y pues, no tuve drama en alejarme (creo que es un método de defensa). ¿Pero saben algo?, no quiero adivinarlo, no sea que me pase como a ella últimamente. ¡Con lo contento que estoy yo con mi vida últimamente!. Por mi que siga en la suya!
La semana anterior a la pasada al menos me hizo un gran favor.
miércoles, 8 de octubre de 2008
Las brujas no existen, pero que las hay….
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