miércoles, 21 de mayo de 2008

Carnavalito...

Allá afuera todo es diversión, calles cortadas por vallas, el combate entre los chicos de barrio va 2-1 a favor de el vecino de enfrente que hace maromas para esquivar la espuma que le lanza el pibe de acá a la vuelta.
Aquí adentro el tiempo parece no avanzar más, y pude notar un diminuto punto que estaba en la pared de mi cuarto. La inflación aumenta y esa es la peor noticia en el noticiero y la trola de enfrente se esta besando con un tipo diferente nuevamente…
Y el sol que por fin se digna a esconderse dejando paso a luna, mientras el vecino bohemio vuela en su nube de humo… y el tiempo sigue sin pasar.
Entendí por fin, que era un observador de todo aquello, yo no era parte del carnavalito de ahí afuera, era más bien un advenedizo en ese lugar…

Por fin llego el resultado final y mi vecino de enfrente terminó lleno de espuma, declarando su rendición incondicional, y ahora en la tele hablan del conflicto con el campo que se ha solucionado… y la trola de enfrente se peleo con el que minutos antes era su “amigo”… Mientras el bohemio del barrio no puede discernir que sucede a su alrededor. Mientras, las horas pasan y ese punto sigue en la pared.
Y yo voy, y vengo, escribo y quemo lo escrito, lo re pienso, lo vuelvo a escribir, con igual resultado. Ahora es la luna la que se va y es el sol es el que vuelve…
Y yo sigo pensando que mañana habrá mas carnavalito.
Froto mis ojos, exhalo un suspiro, y se que mañana también estaré siendo observador de los mismo.

Y así será…