lunes, 2 de marzo de 2009

Triste… (un domingo al mediodía)

Hubiese pagado lo que no tengo por tal que esas cuadras hubiesen sido más largas, hasta ese silencio de velorio hubiese prolongado… muerta la ilusión no queda más nada… el abrazo, el saludo de rigor (dudo que haya escuchado lo que dije), el caminar sin mirar atrás y una nueva herida en lo profundo (y esta vez de verdad) del corazón, vivo, tomo, despierto y todo es real, vos no estás, yo no te veo ni te voy a ver, ridículo y triste final, para aquel que realmente te quiere de verdad.
No soy quien para juzgar a nadie, mucho menos al pasado, pero, ¡la puta madre!, qué premio te perdiste (o te salvaste), y que afortunada aquella esperanza que no sabe todo lo que se pierde por descubrir…. triste y cruel… me cago en el pasado, me cagó que se haya interpuesto, me cago en su corona, ya que la diadema es para las princesas o reinas.
Je ressens une déchirure dans la chute de pluie. Y el de arriba (si es que existe) también lo hizo esta noche, quizás era el destino, quizás así lo quiso…. la verdad no lo sé, pero entre la lluvia y el escocés, fueron un mix que pocas veces encontré y allí mismo me hallé, solo a la intemperie, bajo las gotas de lluvia, solo con mi soledad acompañada, con los mejores amigos y el buen escocés. Solo en la estación de ese tren que nunca pasa, en ese parque gigantesco que a veces re descubro, caían las gotas, mojaban mis pies, mi cara, mi pelo, mi ropa, confundiose las lágrimas del cielo con las del alma en pena.
Mastico mis sueños, trato de enterrar un nuevo amor que no fue, soborno a mi memoria para no recordarte más (bastante turra es, acepta el soborno y sin embargo lo sigue haciendo), naufrago, me olvido de olvidarme del dolor, y ahora si, tachame la generala hermano, que ya queda poco en este juego que aburre y bastante.
Me despierto, como algo, llueve de vuelta, me aburre la tele, subo a mi cuarto, escribo esto.
Llueve de vuelta, llueve de tristeza… llueve por lo que no fue, llueve por nosotros, llueve por vos.