miércoles, 11 de junio de 2008

Soliloquio...

Y Dios no está en los detalles hoy tampoco…

Así es que aquí estoy fumando y tomando unos mates, pensando en lo que mi solución “on” me dijo el otro día… así que intentaré acercarme más a Dios, siempre que él me lo permita y no me agarre temor. Siento el aire espeso, ya ni puedo respirar.
Muchos son los que ensayan hallar la eternidad, más os digo, son ignorantes, porque ignoran que la eternidad es el hoy, quizás por eso sea que mis días están siendo tan largos y tortuosos a veces, más que puedo hacer, si ya soy pasajero de este tren.
Cierro mis ojos, sueño, vivo, pienso, siento y el problema allí estará, no me gusta pedir ayuda a los que conozco al respecto de temas espirituales, más si supieran cuanto lo necesito, y clamo a gritos silencios que nunca os proferiré.

Y cayó esa personita que quiere verme viajar junto a ella, y cada vez que me lo repite siempre pongo una excusa, el temor se apodera de mi cada vez que me lo dice, tengo miedo de adelantar mis planes y que no salga según lo planeado... aunque últimamente así sea, no cederé.
Ahí puedo ver a mi alma, borracha, ahogada en el intenso vino, ya ni puede caminar, el frío que no ayuda, la vida que se hace cuesta arriba, el futuro que perece incierto y los anhelos que jamás se concretan son muestras de una existencia que lo único que clama es la solución materializada en el amor.