martes, 15 de diciembre de 2015

Tiempos de cambio (Tempi di mierda)…

Cambio según la Real Academia Española (RAE) proviene del lat. tardío cambium y significa la acción o efecto de cambiar.
Quiero dejar en claro que a continuación voy  expresar mi parecer sobre los tiempos políticos que acontecen en mi país, en el lenguaje más coloquial y de barrio posible, imaginando que estoy en una sobremesa y no dando cátedras o exponiendo competencias lingüísticas , de manera tal que está a tiempo de poder retirarse e invertir su tiempo en mejores cosas que esta…
Desde la revolución francesa hasta ahora, en tiempos modernos, por llamarlos de algún modo, pero haciendo especial énfasis en este presente que nos toca vivir a nosotros, cuando hablamos de cambio, nos referimos a la posibilidad latente de enfrentarnos a los privilegios ganados en la historia por los poderosos, me refiero a la posibilidad de ir acrecentando los derechos de los que menos tienen, siendo más claro, la chance de poner en tela de juicio a la naturaleza misma de la sociedad capitalista, la sociedad de consumo; entiendo yo que todo eso es el cambio… oponerse incluso a las voluntades de aquellas naciones que en estos tiempos son las que generan las crisis, las que producen las guerras, las que se encargan de vender las armas.
Sin darnos cuenta, todo eso forma un bando, junto a las corporaciones, juntas, son entidades que generan una gran injusticia, una gran desproporción en las distribuciones… y cambiar… cuando uno dice “cambiemos”, está refiriéndose a eso, está pensando, no desde ahora, sino desde hace 200 años, está pensando en eso, en enfrentar a todo aquello que genera injusticia.
Creo que hace un tiempo en mi país se vivieron momentos de ese cambio, se está viviendo ese cambio en muchos jóvenes y no tanto; ahora pues, a Ud. puede que no le guste éste o aquel ángulo de gestión, es totalmente comprensible, pero evidentemente estamos en un momento histórico donde ese cambio se está produciendo.
Ahora bien, si Ud. le pone ese mismo nombre al retroceso, si Ud. le pone el mismo nombre al movimiento que es volver a hacernos conservadores, repetir el neoliberalismo más salvaje y encolumnarnos detrás, justamente de los que están produciendo esos fenómenos a los que el cambio se opone, me ha llevado a la conclusión que nos encontramos ante un fuerte problema técnico de nomenclatura… llamamos cambio, justamente a lo que se opone, a lo que occidente o el mundo entero está llamando cambio desde hace por lo menos tres siglos.
No sólo me parece raro, sino que a su vez me produce una gran perplejidad, porque he vivido como espectador una gran lucha por los nombretes, que resultó ser una parte importante de la lucha política en esta despolitizada lucha política de los últimos tiempos, donde parece que primero prevalece el que se apropia de una palabra, el que aparenta más felicidad ante un retruque o el que acierta  con los colores y me preguntaba: ¿Por qué? Y la respuesta llegó simple y sin condicionantes, es porque en realidad no hay una verdadera discusión política y me parece que convertir una verdadera discusión política en una “no discusión política” resultó ser uno de los grandes aciertos publicitarios del partido que hoy mismo gobierna.
Cada vez que pronuncio la palabra cambio, siento que no es mía, que la perdí con su verdadera magnitud, que les pertenece o se la apropiaron otros, indebidamente, es como me que dijeron (aplausos de por medio) bueno, tenemos que cambiar… y volviera todo al gobierno de Bartolomé Mitre… sin dudas es un cambio, pero lo considero un cambio hacia atrás. De todos modos, alguien me podrá decir, antes era todo mejor… Bueno, aprecio la observación… empero, discutámoslo…
Al mismo tiempo de todo esto, aparecieron (o se reflotaron) y la sociedad se ha apropiado de palabras y conceptos como pueblo o la figura de Perón, que en los 90 no tengo recuerdos de escuchar tanto o tan fuerte como ahora. Lo que voy a decir es con total respeto, pero verlo al Ing. Macri parado al lado de un monumento de Perón, con su pose tan firme y aristocrática, sin peronistas de cepa al lado suyo, me hizo sentir desubicado a mi, cuando a priori, uno tiende a pensar que él debería serlo. Aa eso, amigos mío, a eso mismo le tengo temor, a vivir en una perpetua desubicación, tengo que acostumbrarme  a vivir en un mundo de desubicación y de reconsideración de cada palabra que salga de mi boca, quizás pensar en Perón de otra manera o en la palabra cambio de manera diferente, intelectualizar la palabra progresismo de otra forma y aprender a vivir un poco raro.
No soy partidario de sembrar el miedo, más bien cosecho el miedo que otros han sembrado, jamás propongo tener miedo, solo advierto que hay algunas cosa que a mí personalmente me mete un  poco de miedo, confesar el miedo propio no es sembrar terror, eso quiero dejar en claro.

Si hay algo que debo confesarles, perdí la capacidad de odio, tipos que están en las antípodas o son mi negativo personal, no puedo odiarlos y siendo tan difícil vivir, que enojarse o ponerse mal, por los motivos que sean, odiarse o decirse cosas para molestar al otro, me hace preguntarme ¿Para qué?... me leo y no me creo mucho, pero con el tiempo uno se conoce y llegué a la conclusión de que eso me hace más eficaz como persona.