viernes, 19 de septiembre de 2008

Mi homenaje…

Y la vida dijo: Basta para mí!.
Y cuando al fin creíste que ya no quedaban lágrimas por brotar, la vida te sorprende con la tragedia, ¿y ahí que es lo que pasa?.
Puedo contarle sobre flores, plantas, autos y decirle que todo aquello me gusta, pero prefiero hablar de otras cosas…
Un sin fin de recuerdos y anécdotas brotaron de mi cabeza y no me dejaron dormir. Trepe al techo de mi caza y comencé a fumar (seria el desenlace de una larga noche de fumar como defensa del cuerpo y de la mente).
Mirando la nada a lo lejos, me puse a pensar como es la soledad en la ciudad y traté de entender como fue que decidiste eso… pero nunca podría pensarlo tan real, seguramente contigo te llevaste unas hermosas melodías que ocultaban tus ganas de gritar. Buscándote en el viento, soñándote despierto, pensándote en el tiempo, ¿Quién sabe donde estarás?.
Entre las grandes cosas que hiciste y dejaste, fue a un amigo de verdad. Arquetipo de vivir en soledad, pero siempre quitándote una sonrisa (es como te recuerdo)… aquí va mi homenaje.

Ofrenda (esperando que el destino nos junte)


A través de un vidrio empañado veo llover,
es muy grande mi pena y se que no vas a volver.
Paso toda la noche llorando tu ausencia,
y busco encontrar la forma de hacerte una ofrenda.

Aunque hoy no estés aquí, aun vive dentro de mí.
Es mi deseo que sepas que no olvidare tus lecciones de grandeza.
¿Cómo hago para tenerte?,
si la vida es tan cruel que nos deja sin tu presencia.
¿Y a donde es que vas?.
¿Por qué no te podes quedar?.
¿Qué es lo que hay donde vas?.

Espero que donde quieras que estés, sea mucho mejor,
desde aquei estare esperando reunirme contigo

cuando lo dicte el destino.

Esa poesía la escribí en 2003, es mi homenaje a Miguel Ángel Pesce. Que en paz descanses y espero que hayas encontrado la luz que necesitabas.