Ya se sabe, nada bueno viene tras citar al "mundo libre", aquella definición ambigua y atlantista que acuña occidente como un bien adquirido, resguardado en portaaviones y submarinos nucleares, protegidos con escudos misilísticos bajo el nombre de Dios. Sólo basta con no pertenecer en credo, o plantear una diferencia disruptiva para que la alarma suene, para que una sirena se active y con ella, la mirada del "bien y el orden" caiga sobre un nuevo, o no tan nuevo objetivo.
Los mapas, otrora fuente invalorable de información, hoy son un lienzo donde se perfilan las acciones a seguir, desde un país que no tiene frontera reconocida, producto de una promesa en antiguos escritos sagrados y sostenido por potencias vencedoras (y no tanto) en la última gran guerra. Aquellos protocolos de supuestos sabios guían el accionar de gobiernos que se dejan abrigar por aquellas ideas y definen los destinos de quienes están en su mira.
Y lo sabés bien, no existe el ataque preventivo, sólo la diplomacia lo es. Cuando los gritos de guerra suenan, es muy sencillo dejarse llevar por ellos. Es el día de hoy que me pongo a reflexionar y como resultado entiendo que los conflictos entre países casi siempre son por cuestiones limítrofes. Desacuerdos fronterizos o conflictos entre naciones son la mecha que incineran todo. Pero me cuesta mucho comprender los conflictos entre países o naciones que están distantes, toda vez que carecen de sentido común.
Mi país tiene un conflicto eterno con una potencia a más de diez mil km, que sólo se sostiene por aquel antiguo orgullo colonial y en respuesta al gran sacrificio que tuvo que hacer para mantener aquel enclave en las gélidas aguas del Atlántico Sur. Al parecer al sionismo no le alcanza con Palestina, debía ir a buscar una excusa a dos mil km de su frontera para afianzar su dominio en la región. Según se puede observar el procedimiento es de lo más sencillo, sólo basta con afirmar que un país tiene armas nucleares, armas de destrucción masiva o químicas para que con total impunidad y sin control alguno, se desarrollen acciones militares preventivas... No es conveniente enviar misiones de paz de la ONU, tampoco veedores internacinales para constatar la veracidad de las afirmaciones. Ya lo vimos con Irak hace tiempo.
Mi país tiene un conflicto eterno con una potencia a más de diez mil km, que sólo se sostiene por aquel antiguo orgullo colonial y en respuesta al gran sacrificio que tuvo que hacer para mantener aquel enclave en las gélidas aguas del Atlántico Sur. Al parecer al sionismo no le alcanza con Palestina, debía ir a buscar una excusa a dos mil km de su frontera para afianzar su dominio en la región. Según se puede observar el procedimiento es de lo más sencillo, sólo basta con afirmar que un país tiene armas nucleares, armas de destrucción masiva o químicas para que con total impunidad y sin control alguno, se desarrollen acciones militares preventivas... No es conveniente enviar misiones de paz de la ONU, tampoco veedores internacinales para constatar la veracidad de las afirmaciones. Ya lo vimos con Irak hace tiempo.
No deja de dolerme "el mundo libre", con su visión occidental, atlantista, anglosionista que no permite, ni respeta las diversidades culturales, o deseos soberanos de naciones que no se alineen a su visión global. Me duele que se llevan adelante atrocidades como las que vienen ocurriendo desde hace décadas, me duele que sea en nombre de la libertad. Me duele que el mundo libre no lo sea, ni permite que cada nación busque en el futuro el camino que mejor crea conveniente. Me duele a mi, te tiene que doler a vos, aunque sea un poco, aunque no estén del todo de acuerdo, porque en el interior, si respirás profundo y lo pensás bien, con seguridad vas a cuestionar el método, y si así lo hacés, entonces, estás cuestionando lo mismo, y eso no hace libres.