miércoles, 29 de octubre de 2008

Crónicas de un perro…

1 semana:
hoy cumplí una semana de nacido, que alegría haber llegado a este mundo.

1 mes:
mi mamá es ejemplar, me cuida mucho muy bien.

2 meses:
hoy me separaron de mi mamá, ella estaba muy inquieta y con sus ojos me dijo adiós, esperando que mi nueva "familia humana" me cuide tan bien como ella.

4 meses:
todo me llama la atención, hay varios chicos en la casa que para mi son mis "hermanitos"; somos muy inquietos, ellos me tiran de la cola y yo los muerdo jugando.

5 meses:
hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice pis dentro de la casa, pero nunca me han enseñado dónde debo hacerlo. Además duermo con ellos en la habitación, y ya no me aguantaba más.

8 meses:
soy un perro feliz: tengo el calor de un hogar, me siento seguro, protegido. Me consienten mucho: cuando están comiendo me convidan, el patio es para mi sólito y me la paso escarbando. Nunca me dicen nada, ha de estar bien todo lo que hago.

12 meses:
hoy cumplí un año, soy un perro adulto, mis dueños dicen que crecí más de lo que ellos pensaban, que orgullosos se deben sentir de mi por haber crecido tanto.

13 meses:
hoy mi "hermanito" me sacó la pelota, yo nunca le agarro sus juguetes, así que se la quite, pero mis mandíbulas se hicieron muy fuertes así que lo lastime sin querer, después del susto casi sin moverme me encadenaron, al rayo del sol. Dicen que soy un desagradecido.

15 meses:
ya nada es igual. Vivo en la terraza, me siento muy solo, mi familia ya no me quiere, a veces se les olvida que tengo hambre y sed y cuando llueve no tengo un techo que me abrigue.

16 meses:
hoy me bajaron de la terraza, seguro me perdonaron, yo me puse tan contento que daba saltos de gusto, mi rabo parecía un rehilete, encima de eso me van a llevar a pasear. Nos enfilamos hacia la ruta y de repente se pararon, abrieron la puerta y yo me baje feliz creyendo que haríamos a nuestro "día de campo"; no comprendo.
¿Por qué cerraron la puesta y se fueron?: - oigan esperen- ladre. Se olvidan de mi, corrí detrás del coche con todas mis fuerzas, mi angustia crecía al darme cuenta que casi me desvanecía y ellos no se detenían. ¿Me habrían abandonado?.

17 meses:
he tratado en vano de encontrar el camino a casa, en mi sendero hay gente buena que me da algo de comer, yo les agradezco con mi mirada desde el fondo de mi alma; yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno pero todos dicen: pobre perrito, se ha de haber perdido.

18 meses:
el otro día pase por una escuela y vi muchos niños como mis "hermanitos", me acerque y un grupo de ellos, riéndose me lanzaron Una lluvia de piedras, una de esas piedras me lastimo un ojo y desde entonces ya no veo con él.

19 meses:
parece mentira cuando estaba mas bonito se compadecían de mi, ahora que estoy flaco y como perdí un ojo la gente me saca a escobazos cuando pretendo echarme en alguna sombra.

20 meses:
casi no puedo moverme, hoy al tratar de cruzar una calle pero donde pasan muchos coches, uno me atropelló; según yo, estaba en un lugar seguro llamado "cuneta" pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor que hasta se ladeo para centrarme, ojalá me hubiera matado pero sólo me disloco la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultad me arrastre hacia un poco de hierba que había al lado del camino.
Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer, ya no me puede mover, el dolor es insoportable. Me siento muy mal, quede en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se esta cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; "no te acerques"-suelo escuchar-.

Ya casi estoy inconsciente pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos: la dulzura de su voz me hizo reaccionar: pobre perrito, mira como te han dejado junto con ella venia un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: lo siento señora, este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir. A la dama se le hizo imposible no llorar, como pude moví mi rabo y la mire agradeciéndole que me ayudara a descansar.

Solo sentí el pinchazo de la aguja y me dormí para siempre pensando:

¿Por qué tuve que nacer si nadie me quería?.



La verdad si algo me enseñó la vida es que en un minuto todo lo que soñabas puede esfumarse o desaparecer de la forma en que la veías. Y en un minuto pueden pasar muchas cosas eh!, una charla por teléfono, una carta recién llegada, un mensaje no respondido, un post data que jamás pensaste que te escribirían.
Octubre siempre fue el mes de las esperanzas e ilusiones para mi, pero ya va cayéndose del almanaque y con él mis esperanzas. Aquel que entienda, sepa comprenderme este fin de semana y convídeme con una copa de vino.

Y la verdad es re loco que justo hoy, 29 de Octubre esté escribiendo sobre esto…

Dónde quieras que estés, feliz cumpleaños!.

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