Cansado de estos días de muerte, calor y fin de año, de mochilas cargadas con uranio, con esta epidemia de malestares y silencios, de dolores acallados, de malas rachas que parecen nunca acabar y con la marca del paso del tiempo a través de los años.
Quise hacer reír a mis tristezas tejiendo boludeces con el telar de las dudas, les dije a las malas ondas:
-Abran cancha que ahí voy a disparar, esperando dar en el blanco de algún milagro, pero reconociendo que nunca tuve buena puntería.
Pero loco, está todo demasiado raro por estas latitudes, ya no se que precio ponerme para salir de esta semi-extraña acompañada soledad. Créanme es muy loco, todo ésto es demasiado raro.
A veces pienso en gastar todo lo que tengo en una sola jugada, pero dudo, tiemblo y me arrepiento, mejor es tachar la doble generala y mantener una chance más.
Y así llegan éstas locas noches, donde la imaginación crea imágenes extrañas, el sueño está aburrido y no quiere actuar, y el escavio está para magnificar las locas imágenes que la imaginación gusta crear (a veces también está para abofetear).
Pero entre todo esto que parece ser un caos (y a veces lo es), espero doblar en la esquina, abandonar la calle “de las tantas derrotas”, cambiar mi cansado caballo y vender este absurdo miedo que no me permite actuar. La esperanza se desespera y está todo demasiado raro, al menos eso parece en este momento mi vida.
Y en toda esta locura, aunque la mierda me llegue a la nuca, aún no se me torna obscuro seguir respirando. Quizás cuando crezca esa telaraña pueda salirme de este agujero y por fin pueda escapar, o tal vez muera tapado por la mierda, pero sabiendo que intenté ser Spider Man.
Esta es la historia de mis últimos días del año, es la historia de un flaco que perdió el norte y se esfuerza por encontrarlo nuevamente, ésta es mi historia, puteo, maldigo, me enojo, me calmo, me acelero, me freno, me distraigo, y a veces duermo, pero todo sigue estando demasiado raro.
Es como dijo una personita, es un año raro éste, tiene cosas geniales y pálidas por todos lados, y es la pura verdad, es un año demasiado raro, está todo demasiado raro.
Y así pasan los días esperando que llegue el 31, mientras tanto, parece que no va a haber pasado mañana, solo vivo mis días, aunque a veces parezco estar en coma.
No me embarren la escena. Perfúmenme los días, pónganle miel a sus palabras, denme un abrazo, no me juzguen, mejor compréndanme… no me entiendan, pero al menos síganme, esta noche, pongámosno nuestros mejores trajes, alcemos nuestras copas y brindemos con un poco de cianuro y terminemos con estos días en Si bemol.
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