La sabiduría llega generalmente cuando no nos sirve para nada y eso aparentemente no se puede evitar de ninguna manera (o al menos no supe nunca como), aunque más de una vez la sabiduría se nos adelanta y podemos hacer maravillas o salvar el mundo quizás...
Como la mayoría hace ante su familia, sus amigos, ante ellos mismos... acepta sin rechistar la etiqueta envenenada, el juicio loco, el delirio. Y esta vez no fui la excepción a la regla. Todo fue por culpa de la música… si, la música, así que hoy les voy a hablar de ella.
Ya estoy hastiado de escuchar reproches sobre mi alejamiento de ella…
La música es para mi una chica bastante caprichosa que tiene la loca cualidad de hacerme sentir glorioso, como también más de una vez me hace pegarme un chapuzón en el mismísimo infierno. Puede hacerme sentir la peor basura, como también hacerme sentir digno, triste o feliz.
Mucho me ha enseñado, mucho he aprendido, juntos hemos hechos cosas muy lindas, hemos crecido, peleado, discutido, hasta que un día se me murieron las ganas y en un sueño profundo me acosté alejado de ella… Lo que no fue ya nunca será, pensé. Pensé también que cerrarían mis heridas y que al abrir los ojos, saldría el sol.
Muchas fueron las miradas que esquivamos mutuamente, la vida también nos ha dado este trago amargo que estamos viviendo en este momento. Y las lágrimas son de verdad, no hay lugar para la mentira entre nosotros.
Ella se dio cuenta que últimamente no me sale una puta y pedorra canción y ya estoy cansado de decir:
- Muy bien hermano, muy groso lo que hiciste!... ¿cambiaste la guitarra?...
También hubo algunas mentiras (generalmente mutuas) que nos dañaron, a veces queman los recuerdos y las ilusiones siempre están prestas a chicanear en esas situaciones. Tal vez es que nunca estuve a la altura, yo ahora me hago el inocente y ella juega a hacerse la dura y así estamos hoy, el uno sin el otro.
Pero también se que hay gente que lo hace por obligación, ignorantes de que el sólo hecho de hacerlo por ese motivo se lleva la alegría de sus corazones.
Silencio!!!!, que ahí la veo llegar a ella con sus balas y flores sin temor a presentar batalla, empuñando el escudo del amor y de a poco yo me noto coqueteando nuevamente con ella.
Como dijo “fitito” la música es la reina madre y ya no se hable más!.
Un día cualquiera, en algún lugar nos encontraremos y nos daremos otra oportunidad.
Y esa es la tristeza que la maga reconoció en mi hace ya un tiempo atrás.
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