viernes, 29 de septiembre de 2023

Efecto Forer…

Hoy no quise despertarme, e igual
me levanté rifando al corazón.
Vagando por los rincones de este invierno
discuto con el espejo el precio de ser yo.
 
Las grietas se abren en la vida de todos
y siempre corremos el riesgo de caer.
Ahí está nuestro yo dentro de nosotros,
casi nunca somos bienvenidos allí.
Huellas pisoteadas, caminos esquivos,
somos un reflejo del contexto donde vivimos,
o el resultado de donde estamos estacionados.
 
Borracho y enfermo en mi filosofía,
perdido en mi ciencia, buscando la forma
en que la física me acerque y la química te invente
tras cada amague que disparan tus palabras.
Aquella vieja herida que parece no querer sanar y
que me persigue hasta el final de los días.
 
Sin un trago ante cualquier duda,
como sabía suceder tiempo atrás.
Parte de mi corazón murió hace tiempo y
me queda poca gente en quien confiar.
 
Todos desesperados por mostrar quienes son,
todos quieren ser vistos y ahí estamos nosotros,
quienes somos, quienes fuimos siempre.
A vece da miedo, es el precio del presente,
viajar profundo a nuestro interior,
buscar pistas en esa escena del crimen.
 
Ayer no quise despertarme, e igual
me levanté dándole riendas al corazón.
Los pies fríos y reprochándole al espejo que
me devuelva la imagen del tipo que era yo.
 
Librarte de anclas puede dejarte a la deriva,
cuando se trata de amor,
no hay nada mejor que la claridad.
No quedan islas donde naufragar esta tarde,
en esta playa sin arena y sin mar
un día de éstos nos volveremos a encontrar.

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