¿No te asusta cómo todo sigue
adelante? ¿No te parece raro como todo pasa y lo que era importante parece no
serlo más? Y no me vengas con eso de la evolución, me refiero a
cosas más complicadas.
¿Y si ya no tenés a dónde ir? ¿Y si tu pasado fue arrebatado por un presente que no se entiende?
El eco nos dice si estamos acompañados o estamos solos, pero en nuestro caso es el silencio, ese puente indefinido que nos lleva a donde vamos. No hay que luchar contra las sombras de uno, me dijo y le respondí: “Las cosas hay que hacerlas, no para hacerse el lustre”.
Quiero crear los resortes y mecanismos que me hagan llegar a los territorios que quiero avistar, pero entiendo que siempre hay un elemento triste cuando una historia termina, o una nueva vida empieza. Por eso cada abrazo con los muchachos es como una despedida, es un puñal en el corazón.
Los relatos familiares que amueblaron nuestra niñez, nos ensanchan los horizontes, de alguna manera nos hacen mejores, como cuando uno lee o escribe poesía. Uno se encuentra con el otro, es encontrarte con tu lector, o encontrarte con tu poeta.
La melancolía y tristeza provienen del hecho de ser mortales, de la naturaleza humana trágica.
Pero si el poeta no se encuentra con ellas en algún momento, es como un tesoro escondido, nadie sabe dónde está. El poeta es el que encuentra la poesía allí donde está. Si no hay poeta, no hay poesía en las flores, ni en los atardeceres, ni en los amores viejos, ni en un silbido lejano en la noche, como tampoco lo habrá en tu voz susurrando mi nombre... El poeta es el que hace que ese silbido sea poesía. La poesía es creación del poeta. La poesía, sos vos.
¿Y si ya no tenés a dónde ir? ¿Y si tu pasado fue arrebatado por un presente que no se entiende?
El eco nos dice si estamos acompañados o estamos solos, pero en nuestro caso es el silencio, ese puente indefinido que nos lleva a donde vamos. No hay que luchar contra las sombras de uno, me dijo y le respondí: “Las cosas hay que hacerlas, no para hacerse el lustre”.
Quiero crear los resortes y mecanismos que me hagan llegar a los territorios que quiero avistar, pero entiendo que siempre hay un elemento triste cuando una historia termina, o una nueva vida empieza. Por eso cada abrazo con los muchachos es como una despedida, es un puñal en el corazón.
Los relatos familiares que amueblaron nuestra niñez, nos ensanchan los horizontes, de alguna manera nos hacen mejores, como cuando uno lee o escribe poesía. Uno se encuentra con el otro, es encontrarte con tu lector, o encontrarte con tu poeta.
La melancolía y tristeza provienen del hecho de ser mortales, de la naturaleza humana trágica.
Pero si el poeta no se encuentra con ellas en algún momento, es como un tesoro escondido, nadie sabe dónde está. El poeta es el que encuentra la poesía allí donde está. Si no hay poeta, no hay poesía en las flores, ni en los atardeceres, ni en los amores viejos, ni en un silbido lejano en la noche, como tampoco lo habrá en tu voz susurrando mi nombre... El poeta es el que hace que ese silbido sea poesía. La poesía es creación del poeta. La poesía, sos vos.
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