sábado, 27 de septiembre de 2008

Basta para mi…

Hoy mi equipo volvió a perder y no es que pensaba que íbamos a ganar, pero se nos complico a último momento, aunque queda el sabor amargo de estar a nada de ganar incluso un empate hubiese sido un éxito…
Resulta que la porquería es hoy y acá y mi equipo cuesta arriba, pedaleando mal, mordiendo la banquina hizo lo que pudo. Terrible el equipito tuberculoso que supimos conseguir. ¿No ves?... pero bueno el resultado siempre es desfavorable.
La cuestión es que nada de eso importó, sin embargo importa lo que la masa consume.
¡¡Hola Susanas!!, dicen en la parvularia T.V., ahora que es lindo ver al pueblo unido!!, chorreando Marcelos Tinelli y telefé, abanderados de esta puta fiesta que parece no tener fin.
No juego más. Basta para mi. Están embarrando la cancha Referí!!!. No puedo seguir jugando más. ¡La hora referí!.

"Guarda vecina... con los bolitas que huelen feo..." escuché al volver a casa. "¿Vió que tragedia lo de los empresarios doña?", le dijo el verdulero a la señora que le compraba 10 Newton de papas. Mientras recordaba nuestro partido que derramaba lastima por los rincones. Y que groso el estado, le pagó al Club de París!. Y que siga la vida, total las cataratas, la pampa, los cuatro climas y hasta Dios es argento.
Hoy madrugué hecho un cubito, y con mis dientes castañándome y aunque a muchos no los esconde bien ese disfraz y más de una vez se me piantan las ganas de llorar, me animo a hablar de estas cosas, y orgulloso de hacerlo, aunque tal vez nadie lo entienda.

Y aunque en los partidos siempre me vaya de jeta al piso... y se me enmierdan los planes, y para colmo me cerraron los bares de mi barrio, y hace ya un tiempo que no me sale una puta canción, se rifa un huracán y yo tengo todos los números, recordé…
partido chivudo el que jugamos estábamos todos atrás y Germán de 10, todos atrás y nuestro quipo siempre en offside.

No juego más. Basta para mi. Están embarrando la cancha Referí!!!. No puedo seguir jugando más. ¡La hora referí!.
¡¡¡BBBAAASSSTTTAAA!!!.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Un poco de la música y de mi…

La sabiduría llega generalmente cuando no nos sirve para nada y eso aparentemente no se puede evitar de ninguna manera (o al menos no supe nunca como), aunque más de una vez la sabiduría se nos adelanta y podemos hacer maravillas o salvar el mundo quizás...
Como la mayoría hace ante su familia, sus amigos, ante ellos mismos... acepta sin rechistar la etiqueta envenenada, el juicio loco, el delirio. Y esta vez no fui la excepción a la regla. Todo fue por culpa de la música… si, la música, así que hoy les voy a hablar de ella.
Ya estoy hastiado de escuchar reproches sobre mi alejamiento de ella…
La música es para mi una chica bastante caprichosa que tiene la loca cualidad de hacerme sentir glorioso, como también más de una vez me hace pegarme un chapuzón en el mismísimo infierno. Puede hacerme sentir la peor basura, como también hacerme sentir digno, triste o feliz.
Mucho me ha enseñado, mucho he aprendido, juntos hemos hechos cosas muy lindas, hemos crecido, peleado, discutido, hasta que un día se me murieron las ganas y en un sueño profundo me acosté alejado de ella… Lo que no fue ya nunca será, pensé. Pensé también que cerrarían mis heridas y que al abrir los ojos, saldría el sol.
Muchas fueron las miradas que esquivamos mutuamente, la vida también nos ha dado este trago amargo que estamos viviendo en este momento. Y las lágrimas son de verdad, no hay lugar para la mentira entre nosotros.
Ella se dio cuenta que últimamente no me sale una puta y pedorra canción y ya estoy cansado de decir:

- Muy bien hermano, muy groso lo que hiciste!... ¿cambiaste la guitarra?...

También hubo algunas mentiras (generalmente mutuas) que nos dañaron, a veces queman los recuerdos y las ilusiones siempre están prestas a chicanear en esas situaciones. Tal vez es que nunca estuve a la altura, yo ahora me hago el inocente y ella juega a hacerse la dura y así estamos hoy, el uno sin el otro.
Pero también se que hay gente que lo hace por obligación, ignorantes de que el sólo hecho de hacerlo por ese motivo se lleva la alegría de sus corazones.
Silencio!!!!, que ahí la veo llegar a ella con sus balas y flores sin temor a presentar batalla, empuñando el escudo del amor y de a poco yo me noto coqueteando nuevamente con ella.
Como dijo “fitito” la música es la reina madre y ya no se hable más!.
Un día cualquiera, en algún lugar nos encontraremos y nos daremos otra oportunidad.

Y esa es la tristeza que la maga reconoció en mi hace ya un tiempo atrás.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Mi homenaje…

Y la vida dijo: Basta para mí!.
Y cuando al fin creíste que ya no quedaban lágrimas por brotar, la vida te sorprende con la tragedia, ¿y ahí que es lo que pasa?.
Puedo contarle sobre flores, plantas, autos y decirle que todo aquello me gusta, pero prefiero hablar de otras cosas…
Un sin fin de recuerdos y anécdotas brotaron de mi cabeza y no me dejaron dormir. Trepe al techo de mi caza y comencé a fumar (seria el desenlace de una larga noche de fumar como defensa del cuerpo y de la mente).
Mirando la nada a lo lejos, me puse a pensar como es la soledad en la ciudad y traté de entender como fue que decidiste eso… pero nunca podría pensarlo tan real, seguramente contigo te llevaste unas hermosas melodías que ocultaban tus ganas de gritar. Buscándote en el viento, soñándote despierto, pensándote en el tiempo, ¿Quién sabe donde estarás?.
Entre las grandes cosas que hiciste y dejaste, fue a un amigo de verdad. Arquetipo de vivir en soledad, pero siempre quitándote una sonrisa (es como te recuerdo)… aquí va mi homenaje.

Ofrenda (esperando que el destino nos junte)


A través de un vidrio empañado veo llover,
es muy grande mi pena y se que no vas a volver.
Paso toda la noche llorando tu ausencia,
y busco encontrar la forma de hacerte una ofrenda.

Aunque hoy no estés aquí, aun vive dentro de mí.
Es mi deseo que sepas que no olvidare tus lecciones de grandeza.
¿Cómo hago para tenerte?,
si la vida es tan cruel que nos deja sin tu presencia.
¿Y a donde es que vas?.
¿Por qué no te podes quedar?.
¿Qué es lo que hay donde vas?.

Espero que donde quieras que estés, sea mucho mejor,
desde aquei estare esperando reunirme contigo

cuando lo dicte el destino.

Esa poesía la escribí en 2003, es mi homenaje a Miguel Ángel Pesce. Que en paz descanses y espero que hayas encontrado la luz que necesitabas.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Aquella maga…

Hace poco alguien me preguntaba si creía en la felicidad. ¿Cómo puedo creer en lo que pocas veces viví?, pregunté. Reconozco que la conozco, más allá de cualquier circunstancia personal. No es cuestión de creencias. Aunque el ser humano sea especialista, también, en inventar su infelicidad (entre ellos yo).
Una personita, una verdadera maga, aunque ella no sea consciente de ello, y créanme que más de una vez la he visto cambiar el mundo varias veces en una sola tarde, que he reconocido hace poco como tal, o hace mucho, o desde siempre, en fin, me decía que no le gustaba esa tristeza que veía en mí. No supe decirle, en ese momento, que era una inmensa y profunda alegría lo que sentía, de estar allí, compartiendo ese instante junto a ella, debatiendo, intercambiando experiencias, aprendiendo.
Esa felicidad que somos es la piedra filosofal definitiva, la quinta esencia, el santo grial, la fuente secreta, privada y universal a un mismo tiempo y espacio, de toda transformación. Descubrirla supone tener la varita mágica con la cual podemos convertir todo en algo lindo y hasta a veces útil. El camino del alquimista pasa, antes que nada, por hallar en sí mismo ese manantial sagrado llamado piedra filosofal.
Cosas muy lindas he aprendido
, hace poco aprendí que generalmente mi tristeza, viene a señalarme en qué me equivoco, para poder enmendarlo y seguir así expandiendo mi consciencia, aunque también reconozco que más de una vez no suele pasar eso.
Acepto la tristeza que esa tarde la maga creyó ver en mí.

Pero ya les contaré de ello más adelante…

sábado, 13 de septiembre de 2008

el regalo inesperado...

Una chica de ojos claros y, con la que apenas (en ese momento) intercambié dos charlas bastante rápidas, me regaló un libro de poemas de Carlos R. Agüero, diciéndome que tenia ganas de que lo leyera. Me pareció algo importante y misterioso. Y como sé que los desconocidos traen siempre mensajes secretos y a veces decisivos... pensé en silencio, agarré el libro y lo abrí al azar. Entonces leí:

Anoche soñé contigo…
recostado en tu pecho,
manos sedosas acariciaban mi pelo,
y una voz dulzona susurraba una nana.
Fue un sueño dorado.
Un cielo azul luminoso de estrellas.
Fuiste solo mía.
Compartida con nadie,
acurrucado, mi cuerpo,
disfrutaba el mimarme.
Desperté relajado y feliz,
sin dolores ni tiempos.
Sólo un apuro latía y latía…
quería correr, gritar y abrazarte,
confesar que en la triste locura
a que me obliga la vida,
siempre estaré a tu lado,
mi vieja querida.

Corrí a abrazarla y darle un beso… también le dije cuanto la quiero…

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Soledad…

Yo no digo nada últimamente, pero ya no quiero tampoco impedir que nada sea dicho. Cada vez me gusta más estar vivo (pero reconozco que hay días y a veces meses que no).
A veces estoy feliz, otras triste. Son estos, estados de ánimo cíclicos y efímeros debo reconocerlo.
El otro día recordé que hasta hace un tiempo, la mayor parte de mi familia pensaba que yo buscaba y quería reafirmar mi ego contra el mundo, que sólo era un nene chiquito y “mimado” que quería llamar la atención o que tenía una suerte de espíritu “cheguevarista” de querer cambiar el mundo. Y sin dudas hay mucho de verdad en todo eso, aunque como en todo, nunca lo sentí así. A veces pienso que en realidad estaba intentando saber quién era YO, por qué estaba acá, cuál era mi misión; y para ello hubo un tiempo en que quise alejarme, interiormente, todo lo que pudiera de mi cultura, de mi entorno, de mi familia, de mis amigos, tratar de alguna forma de entender el mundo que los humanos habían creado, y que para mí aún hoy me parece extraño y limitado en muchas cosas.
Aprendí a ser una estrella (aquella que vio a aquel viajero solitario) y a ser un mendigo. Aprendí a invocar aliados (aunque no siempre acudieron), aprendí también a competir contra mí mismo, a matarme, a volar, a estar en más de un sitio a la vez, a viajar tan rápido que la luz, a ver todo lo que quisiese, siempre, de forma nueva y distinta, y aprendí poco a poco a sentirme bien en mi soledad. Y entonces comencé a crear el universo, a saber que, como vos, soy el sumo hacedor de todo cuanto existe y quiera que exista.

Pero aún tenía que lidiar con esa soledad. Sin embargo, junto con ella, hallé uno de los más hermosos regalos que la providencia me ha dado, en ella descubrí que la soledad es casi siempre ilusoria. Con ella comencé un viaje iniciático, a través de todas las sombras, abismos, temores, ilusiones, luces, vendavales, y alegrías, en busca de una suerte de santo grial. Y allí encontré que todo es tan real o irreal como estas palabras que lees ahora mismo.
Ahora, siempre que alguien me viene con un planteo de cualquier índole, con una duda que le provoca ansias de saber, con una situación de mierda de la que no sabe salir, le recomiendo (si esa persona vale la pena) un ejercicio que para mí fue decisivo, y que desarrollé a partir de mi soledad y mi profundo desarraigo interior.
Es un camino largo, pero de forma sencilla y con imaginación, se puede hacer en un instante.
Si te sentís muy sólo no huyas de tu soledad, no te juntes con gente que no te entiende, no empieces a hacer cosas que no te gustan sólo para transitar un sendero esquivo a tus ansias, no te conformes con una relación que no te hace abrirte, descubrirte, y evolucionar. Tampoco la asumas.
No es cierto que todos nacemos solos y morimos solos, o quizás es cierto, pero no de la manera en la que se suele decir, porque llevamos con nosotros el universo entero, y a todos los seres que han existido, que existen, y que existirán. Mirala de frente a tu soledad, saltá al vacío aunque tengas vértigo y miedo, adéntrate en ella (y con ella), y salí por el otro lado. Allí, amigo, amiga, estamos todos.

Digamos: - ¡Hola!.

En latín soledad significa con el sol adentro.

sábado, 6 de septiembre de 2008

El lobo de mar…

Aquel viejo lobo de mar lo vi, en la taberna de aquel antiguo y olvidado puerto, y es que en esos lugares es donde comienzan las historias verídicas. Naufragó en un baso de escocés bien añejo y fuerte, el barco en el que iba a viajar ya partió (yo vi como lo dejaba ir), se quedó bien solo (como ya era costumbre). Y pidío un trago más, para llorar en él, historias locas de tempestades, de amoríos, de naufragios, de despedidas, de soledades, de sol, de calor y de puertos.
En su pecho hace muchos años se hizo tatuar a su fiel amor, que desde entonces nunca lo dejó ni lo dejará.
Y con su ronca, vieja y hastiada voz canta una canción que sólo canta él y que sólo él conoce y es para aquel amor. Esa canción resultó (para mi) una suerte de pentagrama que sólo él conoce, que sólo él sabe, que nadie podría interpretar.
Y vaya si su melodía era linda, sus voz, su canción, todo retumbaba en aquel bar, las charlas se interrumpieron, lo único que sonaba era su canto, todos observábamos, la mayoría con desagrado, yo lo miraba con cierta admiración, con agrado, con alegría, con esperanzas. De repente se paró y comenzó a bailar.

Baila, baila viejo lobo de mar, baila para ella, baila viejo lobo de mar para nosotros.

Y yo me encontraba en un lugar un poco obscuro de esa taberna y lo veía bailar tan feliz, como si ella estuviese bailando con el.
Su canto acompañándolo con aquel ritmo que marcaba sus días de dolor, de angustia y de mucho penar. Por momentos, parecía que lentamente se alejaba de aquella taberna, y fijo su mirar en ese faro que acompañó su vida, que iluminó las olas del mar, ese testigo de que sufre y que ama en sus noches de intenso pesar. Por breves instantes su luz daba hacia la taberna y acompañaba el bailar del viejo lobo de mar, es una imagen difícil de olvidar esa. Yo lo seguía mirando, anonadado, con gran admiración e intentaba comprender sus silencios, más aun los silencios de su corazón, pero siempre oyendo la hermosa canción que no dejaba de cantar y esa sonrisa que sólo brota de la felicidad.
De repente ese viejo lobo de mar se volvió hacia mí, yo temblaba (cosa que no es rara en mi) y sin saber que decir sólo espere a que se acercara, cuando finalmente estuvo cerca, muy cerca de mí, sonrió aún más, y una vez más enredado en sus silencios, como atado por un ancla se fue perdiendo en la inmensidad de esa noche, esa noche que lo observaba, como lo hacíamos todos en aquella taberna olvidada en aquel viejo puerto.
El puerto quedo aislado de la taberna, y la taberna de mi, y el viejo lobo de mar de los que allí estaban, no podría ya olvidar su mirar, su bello cantar, me sería inútil querer borrar esa melodía que llevaba aquel lobo tan dentro de su ser, una sonrisa me nació del corazón.
En un instante sin saber como, estaba perdido en la inmensidad de ese muelle, observando aquellas sombras que creaba el farol que marcó sus días, que sabe de sus historias, de sus amores y desamores, que sabe tanto de aquel personaje, miraba atónito las olas que marcaron la melodía de su vivir, de su andar… y de su canto.
Aquel viejo lobo, se perdió en la noche como un barco en un naufragio, y mi ser con él, más me encontré naufragando, abrazado a mil olas oyendo su canción, el faro iluminó por un instante mis pupilas y al irse su brillo, la sombra de ese viejo lobo emergió buscando a su único amor….

Baila, baila viejo lobo de mar, baila para ella, baila viejo lobo de mar para nosotros.

Ya nada podía ser tan perfecto, de eso puedo dar fé, de repente, un paso en falso y la caída fue inevitable, su cabeza fue a dar contra el piso de aquel lugar, la sangre no tardó en derramarse, todos se levantaron a ayudarlo.
Tomé mi abrigo, me puse mi sombrero, me levanté y fumando me fui, no soporté tan terrible final.
Seguramente, con su amor se encontró, a decir verdad, eso espero…

Que así sea.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sobre campeones…

Otra vez volviste a ganar, a pesar de que te pidieron mil revanchas, el resultado fue siempre igual, y enseguida los fuegos artificiales y las vengalas iluminaron el cielo, las multitudes gritando tu nombre al unísono, banderas con tu nombre, con tu cara, con tu apellido, parece la imagen de un estadio que está pronto a caerse y así la noche se hace día y aun no entendés donde estas parado…
La enorme maqueta fue apagando sus luces, y en tu mente los campeones que no pueden parar y gozan a los que están del otro lado del vidrio, mientras afuera están esperando los que han perdido. Pero tu mirada no fue la misma… Preferiste irte a dormir, pero los ruidos de los festejos no te lo permiten, de tus ojos una lágrima cayó.
Tu vida siempre fue de ese modo, te acostumbraste a ganar todo lo que te proponías, pero te hallaste solo y no soportas seguir con esa función teatral, allá afuera fue una fiesta, fue un espectáculo, allí adentro, un telón se cerró.

A juntar los puchos, los restos de comida y las copas, a limpiar el piso y barrer bien, a bajar las persianas y apagar las luces, se acabó la fiesta y ya es en vano pedir revancha...
Mientras afuera siguen las vengalas, los fuegos artificiales, las banderas y los gritos, todos vacíos, todos retumban en tu cabeza.