miércoles, 21 de octubre de 2020

Pirata de la melodía...

 

 
                                                       Una un poco vieja que terminamos escribiendo
                                                       con Luquitas, allá tiempo, hace lejos.
 
Te estás aburriendo,
me puede matar,
vestite que nos vamos.
Es parte del juego,
podés esperar,
a la cumbre no legamos.
 
Te ves asustado,
es para pensar,
hay un clima desquiciado.
Hundido en el fondo
de un viejo placard,
tal vez estoy atado.
 
Me está seduciendo
una especie de azar,
un poco complicado.
Hay luz en el fondo
y no creo llegar.
No sé si estás al lado.
 
Estoy abollado,
no levo anclas,
pirata conformado.
Botellas vacías,
la fiesta no acaba,
te busco en cualquier lado.
Al costado una araña,
que no para más,
me tiene hipnotizado.
 
Cerca hay una isla
donde naufragar,
refugio avistado.
Hay baja marea
en este lugar,
vertiginoso salto.
 
Me está seduciendo
una especie de azar,
un poco complicado.
Hay luz en el fondo
y no creo llegar...
No sé si estás al lado.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Utima fuga...

 

Adiós amor mío, espero te vaya bien siempre,
ojalá te brinden lo que yo no pude darte,
ojalá te den lo que en mi no encontraste,
ojalá se dé ese amor que tanto reprochaste.
 
Yo me refugiaré en las sombras de la obscuridad,
me cubriré con el bullicio del silencio cruel,
me esconderé en las corrientes de la tristeza,
y encenderé los brillos de mi soledad otra vez.
Cuesta poder olvidar cada detalle tuyo,
aquella sonrisa que me roba la calma,
aquella mirada que provocó en mi ilusión,
aquellos labios que me han quitado el sueño,
aquella voz que mi nombre susurró.
 
Más ahora debemos despedirnos,
es momento de dejarte marchar,
que seas feliz... de veras muy feliz...
que nunca te abrace la soledad,
mi corazón clausurado está por ti
ahogado en llanto a orillas de la cama.
La hora benigna me pegunta la hora,
yo le respondo con mis historias de amor,
pierdo el rumbo en rotas promesas,
le cuento de nuestras charlas sin tiempo
desorientado y aturdido de tanto esperar,
piloto federado, con miedo a volar.
 
Los despegues son opcionales,
los aterrizajes son obligatorios.
Pido pista en el bar de amistades,
se escuchan mil palabras, miro y miro
esperanza cruel de allí encontrarte.
Brindis con vino y guarnición de lágrimas
Adiós amor mío, iluso al esperarte.
Que el amor sea quien te acobije,
terminó este vuelo de cabotaje.
 
Inventemos un final feliz para esta historia,
las palabras sólo generan dudas, me dijiste.
Seamos recuerdos enterrados en esta ciudad
solos, en la tranquilidad los amantes,
donde nadie nos encuentre,
volveremos a despegar.