miércoles, 24 de febrero de 2010

Zamba de Ventania…

Ahicito entre el polvo y las brazas,
girasoles verán nuestro andar
y perdiéndonos en la ondananza
a las sierras vengo a homenajear.
Con amigos, el bombo y el mate,
una guitarra comienza a cantar.
La ventana que mira expectante
por el abra nos vé asomar.

Si animás a sortear tus distancias
en Ventania nos has de encontrar.

Un asado junto al Sauce Grande,
mil historias de indios pa contar,
en el dique Paso de las Piedras
brillantes estrellas nos abrigaran.
La 76 y su trazo errante
a la comarca te llevará,
el Tres Picos se impone sublime,
centinela de la provincia.

Si buscás los pasos de tu alma
En Ventania los vas a encontrar.


Perdón a aquellos lectores habitué, pero estuve afuera y con problemas en la PC, como se me rompió el disco rígido (donde estaban algunos escritos frizzados), y para cumplir con ustedes, terminé subiendo mi última creación, una zamba dedicada al sistema de ventania y a mis amigos Piti y Chegu por la buena onda y la paciencia cuando les pregunto de por allá.
Pronto subiré la zamba con música y cantada.

jueves, 11 de febrero de 2010

Menú del día…

-¿Qué hay para comer?, pregunté sin vacilaciones.
-El menú del día consiste en una deliciosísima entrada compuesta por una ensalada de vegetales transgénicos, vaca loca como primer plato, el segundo plato es una deliciosa sopa de derrame de petróleo que se fue cocinando con un naufragio en las Islas Galápagos, el plato principal es una revolución golpista en algún país subdesarrollado (tome África como ejemplo), y de postre no puede perderse una nueva enfermedad de laboratorio que está pronta a salir, ese es el menú que tenemos hoy caballero.
-La verdad paso, muy bueno el menú del día, pero se me pasó el hambre. Muchas gracias y adiós. Respondí y me alejé.
Como siguen las cosas en el planeta Tierra, prefiero contarles algo que sucedió el otro día con una de las personas que estoy aprendiendo a querer de a poco con los típicos altibajos que se presentan cuando uno se propone a descubrir algo más allá de las superficialidades y que por ende se torna en un trabajo arduo y difícil.
Luego de almorzar con ella, en un restaurant con un menú más típico y habitual, fuimos con un grupo de personas a ver un recital en donde tocaban varias bandas en el Parque del Centenario, la oferta era variada, pero cuando empezaron a dar sus opiniones sobre las bandas, el turno final me llegó a mi y dije que todas me sonaron igual. Al decir aquello... ella hizo un gesto de negación, como sintiendo dolor ante una injusticia, como si se lo hubiese dicho a ella, de repente se me llenó el corazón de dulzura ante ese cuadro, seguramente les habrá pasado alguna vez, hay ciertos gestos o miradas que aunque uno trate de negarlo genera cierta ternura, y esa situación fue una de ellas. Y es que para mí, la mayor parte de las bandas formaban una masa abstracta, absurda y aburrida, que no paraba de emitir reivindicaciones sociales y males de amor, es decir: quejas y más quejas, y la verdad que no está mal eso, pero no está mal también cantar (o tocar) algo que cuente una historia, que deje un mensaje, que a uno lo deje pensando algo o intentando descifrar un mensaje subliminar (o no) implícito en una canción… Después del gesto de ella... esa ternura me hizo ver con claridad lo que había olvidado cuando empecé a fabricar en mi mente ese prejuicio, quién sabe cuándo. Y de repente me interesaron los individuos que había detrás de esa masa ilusoria.
Empecé a flashear que pensaron al escribir/componer esos temas y ahí salió a la luz mi pensar… cuando se lo expliqué con palabras menos cruda y más diplomáticas, creo que lo entendió… de todas maneras aclaré que mi forma de expresar no es siempre la que yo quiero, soy un tipo de mucho putear e insultar, a veces sin medir las consecuencias, pero eso lo ligo más a una cuestión folklórica más que a cualquier otra cosa.
Fue un momento lindo luego de esa explicación, ya que ella no vió mi respuesta como un ataque sino más bien como un pensamiento distinto de alguien que no aprecia de igual manera la realidad. A veces es difícil comunicarnos entre nosotros, y lo que también es cierto es que a veces no queremos escuchar/entender cuando nos dicen bien las cosas.
Llegué tarde a casa, justo llegaba mi viejo, le pregunté a mi madre:
-¿Qué hay para comer?.
-Milanesas.
Ese es el mejor menú del día.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Romina (por poner un nombre)…

Estoy estando buscando, mejor dicho, buscándome, puntos suspensivos, una sonrisa cómplice al espejo y el mambo es tal que cuesta respirar. Me río solo, me río acompañado de ese ser grotesco que mira del otro lado; me saco un par de espinas, tal vez mañana será otro día, mejor no continuar como hasta acá.
Anoche te me apareciste en un sueño… pesadilla hermosa y extraña si las hay.
El espejo se me caga de risa en la cara, tartamudea tres frases muy propias y sigue en su eterno ritual, mientras yo de a poco pierdo la calma, ya no puedo ni darme la hora, mejor será hangararme en mi almohada, base segura pero no confiable donde aterrizar, aquel lugar donde mis preguntas desafinadas que profiero no tienen eco alguno. El día me pide que me quede a dormir un poco más, lo mejor será que así sea.
Anoche te me apareciste en un sueño… pesadilla hermosa y extraña si las hay.
Y es que mi cama no tiene sueños, le cuento sobre mis promesas deshechas y me lleva de paseo por la playa de la imaginación y los anhelos difíciles de concretar; ladrando realidades que duelen a veces mucho más que un puñal, murmulla que si me aferro a una incógnita no voy a lograr nada. Allí, en el balcón de la memoria, se asoman y disimulan unos susurros que se acurrucan al lado mío, se visten de vos y me cuentan fantasías de inviernos en tiempo pasado. Difícil será dormir esta tarde con tanto frío y recuerdos ardiendo en el mismo lugar.
Así fue, me distraje un buen rato cosiendo algunas dudas, el pasado se torna presente por momentos, es como entrar en una casa que recontra conocés, pero en la que los muebles fueron movidos de lugar, o como encontrarse con una vieja novia y preguntar: ¿estás más joven ó me parece?. Romina así son las cosas, vos te divertís y yo estoy en otra cosa, ya no juego más a lo que jugábamos antes, cuando éramos más jóvenes.
Y aunque vos no lo creas sigo siendo yo mismo, es decir, el que conociste, pero distinto a la vez, se complica explicarlo, pero aunque los cambios abunden, la huella sigue siendo igual, sigo siendo Argentino, elegante y charlatán, a pesar de mis sueños en silla de ruedas, con las ruedas sin lubricar, sigo siendo yo, obviamente mejor y peor, pero la diferencia es que ahora reconozco mis torpezas. Estoy seguro que cuando leas esto (si lo llegás a leer) me vas a juzgar, como siempre lo hiciste, de movida te va a costar entender una nueva personalidad, una forma distinta de pensar/actuar/escribir, pero es lo que hay, y ese “es lo que hay” no es una justificación a nada, sino la evolución de aquel mismo ser que supiste conocer, evolución que ni yo sé si es para mejor, pero en definitiva es evolución al fin.
Busqué algo en la heladera y nada me convenció, deambulé por la casa y la historia fue igual, oxidada el alma, me tiré en el futón y cantando canciones que de seguro tardarán en volver, apareció mi perra… dos lamidas y una mirada como diciendo vamos loco, por lo menos ahora estás haciendo pie… Y luego de mucho navegar, llegué a mi paralelo cero, quizás tire el ancla y éste comandante amarre en aquel puerto que sos vos, pero como todo en mi vida queda en puntos suspensivos, quizás más adelante, quizás nunca...
Tal vez no seamos el uno para el otro, quizás si… lo mejor es que el destino y el corazón lo decidan. Aunque creo que un corazón ya eligió por el no… ¡Vamos a ver!.