Tu me manques dans ma vie.
Te fuiste para no volver, no lo querías, al final yo tampoco, te resististe, estiraste tu partida, lo comprendí, jugué a estirar los días, compartimos hermosos momentos juntos, compartimos unos maravillosos últimos días.
Luchaste hasta el final para quedarte, doy fé de eso.
Juntos compartimos trabajo, diversión y aventuras. Nos bañamos en un arroyito serrano bonaerense, nos morimos de frío juntos y de calor también, hicimos rutas, sumamos kilómetros, hablamos, tomamos mates, comimos, escuchamos música. Te bancaste castigos climáticos y de los otros, ayudaste a mis amigos cuando te necesitaron, fuiste motivos de discusiones, charlas y orgullo. Compañera fiel, servidora y amiga, hoy te extraño.
Fuiste colectivo de la monada, fuiste acortadora de distancias, fuiste mía y eso es lo más importante, fuiste elogiada, fuiste desprestigiada, fuiste defendida por mi en demasía, sobre todo fuiste…
Yo no quería verte partir, nunca miro atrás en las despedidas, pero ahí te ví, pasando delante mío desprevenidamente, con una persona diferente a mi contigo, que no te cuidará ni te querrá como yo te quiero aún.
Un hueco exhibe orgulloso hoy el patio de mi casa, un hueco que reclama tu presencia, un hueco en mi vida, un hueco en mis costumbres. No he de negarlo parte de ti se ha quedado, pero sé que no volverás. Y eso se siente, por eso te extraño, por eso esta noche asomó una lágrima más.
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