Estaba en la computadora la semana pasada y abrí mi casilla de gmail, allí me había agregado alguien que quería charlar un poco conmigo, acepté (aún tengo algo de esperanzas y algo de ánimo explorador remanente) y nos pusimos a conversar un rato, entre todo lo que hablamos, me preguntó sobre que me basaba a la hora de escribir lo que subo aquí cada semana, y la verdad es que las musas pueden ser cualquier cosas, sólo hay que estar alerta, hay que ser curioso y tener el oído, ojos, bah, los sentidos muy atentos y a veces, aunque la vida se pone difícil (sobre todo el año pasado), todavía es una canción de amor para mí… o eso trato de creerme.
El otro día vi la película “una mente brillante”, y me pregunté: ¿Cuánto de John Forbes Nash Jr. hay en cada uno?. Cada persona es un mundo y en ese mundo ingresa quien uno quiere (o lo inventa)… lo que más me llamó la atención de toda la película (más allá de su cuota de ficción) fue la esposa de John y como la mina lo fue bancando y ayudando en todo, eso hace que uno guarde un resto de esperanza en hallar esa piedra filosofal que cambia (o eso espera) la vida de uno. Pero me impactó el discurso que dio en la celebración de los premios Nobel de economía en 1994, donde profirió:
“¡Gracias! -Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y la lógica que llevan a la razón. Pero, después de una vida de búsqueda me digo, ¿Qué es la lógica?. ¿Quién decide la razón?. He buscado a través de lo físico, lo metafísico, lo delirante … y vuelta a empezar. Y he hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el más importante de mi vida. Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica. Estoy aquí esta noche gracias a tí. Tú eres mi única razón de ser. Eres todas mis razones. ¡Gracias!”.
Quizás la respuesta esté en la confusa y escalabrosa ecuación del amor, quizás esa respuesta necesito hallar, quizás esa respuesta sea mi salvación. De todas maneras es increíble cuanto amor falta, cuanto amor no correspondido veo últimamente, cuanto amor por dar, cuanto amor oculto, cuanto amor no emprendido, cuanto huevo falta poner, cuanto tenemos que aprender…
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