El otro día le decía yo a alguien, que vivimos en una sociedad sumamente violenta, chocando con los rigores climáticos (humo, cenizas, mierda!, eso sólo nos falta), las distancias...
Y ahí una gran bronca guardada, salió a la luz...
Viajar en bondi es una costumbre para muchos porteños y no, que día a día nos damos el lujo que sólo se dan los inmortales, es decir, no darle importancia al paso del tiempo. Y hoy mientras viajaba en el colectivo, como hago todos los martes, jueves y sábados, descubrí los mismo rostros, las mísmas conversaciones, los mísmos gestos, en fin, descubrí la rutina dada en esos viajes...
Pero no te veo nunca allí... tu nunca estás... nunca apareces... y callando silencios espero lo hagas...
Soy compañero esporádico de personas que jamas conoceré, pero les puedo asegurar, que conozco más de sus formas de viajar que cualquier amigo que tengan.
No es la mejor forma de empezar, pero es lo único que se me ocurre a esta hora.
3 comentarios:
ro, alto temazo sacaste
que bondis tomas en que horarios?
si los tipitos son una garcha y no me lo discutas
primera firma papa
Llegué acá buscando blogs del barrio, que locura (?)
Yo viajo a diario en el 56, siempre a la misma hora, siempre las mismas caras. El viaje se me hace distinto cuando me toca sentarme en los asientos invertidos. Si mirás por la ventana, pareciera ser que descubrís un nuevo camino, una especie de lado B del recorrido que hacés habitualmente...
saludos!
Ezequiel, me alegro que te hayas pasado, yo viajo en el 5 y ya no encuentro forma de salir de esa rutina molesta...
Gracias por pasar vecino!.-
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